El coronavirus ha parado por completo el fútbol en España. Todos los futbolistas profesionales han sido confinados en sus casas, para evitar así que se extienda el contagio del virus. Ningún jugador podrá visitar, hasta próximo aviso, las instalaciones de sus clubes. Eso sí, los preparadores físicos les han facilitado ejercicios para seguir con la preparación física en sus hogares.
Unos entrenamientos que para muchos siguen siendo insuficientes. Especialmente afectados se encuentra los futbolistas lesionados que están en la recta final de su recuperación, como es el caso del jugador del Real Madrid Marco Asensio.
Asensio, ¿perjudicado o insolidario?
El coronavirus ha cogido al balear en el peor momento posible. Asensio estaba a punto de regresar a los entrenamientos junto a sus compañeros, tras romperse el ligamento cruzado y el menisco externo de la rodilla el pasado verano. El mallorquín llevaba semanas tocando balón y haciendo sesiones en solitario, acelerando plazos para poder unirse al resto de la plantilla a lo largo de este mes de marzo. Y después, volver a jugar en abril.
Marco Asensio, en un entrenamiento con el Real Madrid | RM
Sin embargo, sus planes se detuvieron de repente, la semana pasada, cuando el conjunto blanco suspendió su agenda por culpa del positivo por coronavirus detectado en la sección de baloncesto. Desde entonces, mañana y tarde está en su domicilio de la capital recibiendo tratamiento por parte de los doctores del club, que repiten las visitan también al otro lesionado del equipo de Zidane, Eden Hazard.
Desde el entorno del jugador se afirma, según avanzó El Mundo, que los masajes o los ejercicios con las máquinas que tiene instaladas en casa no son suficientes. «Necesita pisar césped natural. Por eso estamos buscando una solución, un campo donde pueda correr solo», reconocen. Y en este sentido, han exigido alternativas a la Federación o permisos especiales, para seguir entrenando solo en algún lugar con césped natural.
Molestos con las decisiones del Gobierno
No obstante, este hecho esconde un problema mucho más importante de fondo: los jugadores no entienden algunas de las medidas tomadas por el Gobierno para parar la propagación del coronavirus. Muchos futbolistas se cuestionan que se pueda salir a un supermercado junto a 50 personas más a comprar, pero luego no se puede acudir a unas instalaciones de entrenamiento desiertas.
La situación de los futbolistas profesionales es distinta a la de los otros ciudadanos. Su trabajo se basa en el entrenamiento. Y es por eso que la Federación sigue trabajando para conseguir medidas más concretas para los jugadores. Y en concreto, los lesionados, que podrían retrasar su recuperación al quedarse en casa.
Sin embargo, Asensio debería entender que ahora mismo no es momento de pensar de forma individual, sino colectiva. Todos los equipos han sido mandados a casa hasta próxima orden para evitar la propagación de un virus que se extiende demasiado fácilmente, como para permitir excepciones. Ahora solo queda esperar, y ver cómo avanzan los acontecimientos.