El partido de este domingo entre el Real Madrid y el Barça es una final para los blancos. Los blancos están a dos puntos de los azulgranas y una derrota los dejaría a cinco puntos de la primera plaza en una de las ligas más disputadas de los últimos años. Medios en la capital aseguran que Zidane se juega el puesto de entrenador.
Un pinchazo contra el eterno rival alargaría unas semanas muy negras para el madridismo. Empataron contra el Celta de Vigo (2-2) en casa y perdieron contra el Levante (1-0) en el Ciutat de València. A esos malos resultados en Liga, se le debe sumar la derrota en manos del Manchester City (1-2), complicando el pase a cuartos de final de la Champions.
Pep Guardiola saludando a Zinedine Zidane en el Madrid-City / EFE
Si los pupilos de Quique Setién ganan este domingo, sería el tercer mal resultado blanco consecutivo en el Santiago Bernabéu y con los dos títulos en los que siguen vivos -Liga y Europa- muy complicados. La situación recuerda mucho a la de Santiago Solari, que dejó el banquillo blanco en una situación similar a la del francés.
Los precedentes de Solari
El técnico argentino se despidió del Real Madrid tras tres nefastos resultados en casa. Primero, un 25 de febrero de 2019, fue eliminado de la Copa del Rey por el Barça por un contundente 0-3 con Luis Suárez como hombre del partido. Días después, el dos de marzo, volvieron a caer en liga contra los culés (0-1), alejándolos a 12 puntos del liderato.
Tres días más tarde llegó el punto culminante. El Ajax de Ámsterdam humilló al Real Madrid (4-1) remontando el resultado de ida en octavos de final de la Champions League (1-2). Frenkie de Jong, Tadic, De Ligt y compañía hicieron historia con un partido memorable en el Santiago Bernabéu.
Una foto de Santiago Solari en el Santiago Bernabéu / EFE
A Zidane le quedan dos pruebas de fuego. Tiene más crédito que el argentino y aún puede girar la situación. Este domingo se disputa el clásico y queda pendiente la vuelta de octavos en el Eithad Stadium con el difícil reto de remontar la eliminatoria. Dos derrotas en estas exigentes citas, lo dejarían en el centro de la diana.
Se quita la presión
Aunque en Madrid empiezan a surgir los rumores a un posible despido, el galo no quiere mojarse en exceso. “Esa pregunta es para otro. A mí lo que me preocupa es sacar adelante la situación y vamos a intentar ganar algo. Al final solo gana uno. Vamos a intentarlo”, comentó en rueda de prensa.
El técnico insiste en la unidad entre vestuario y afición para sacar el reto adelante. Ha llegado el momento de la verdad antes de lo que muchos se esperaban y si no están a la altura podrían volver a firmar otra temporada en blanco. La derrota contra el City los dejó tocados y ahora Messi y compañía pueden rematar el trabajo.