Sergio Ramos pasará a la historia por el gol de cabeza en la final de la Champions League de 2014 contra el Atlético de Madrid, que forzaba la prórroga. Pero no solo por eso. El capitán blanco está haciendo historia en Europa, no por su envidiable palmarés, sino por su registro de tarjetas rojas y expulsiones.
Ante el Manchester City (1-2), el central dejó a su equipo con un hombre menos cuando más apretaban los ingleses. En una rápida acción, decidió agarrar a Gabriel Jesús antes de que entrara dentro del área. El colegiado Daniele Orsato no dudó y le mostró la roja directamente y señaló falta.
El rey de las rojas
Según el estadista MisterChip, con la roja de este miércoles, el de Camas iguala a Edgar Davids y a Zlatan Ibrahimovic como el jugador con más expulsiones (4) en toda la historia de la Champions League. Esta era su expulsión número 27 de su carrera, 26 con los merengues y una con el Sevilla B en 903 partidos como profesional.
Sergio Ramos hizo historia en la ida de octavos. Con estas cuatro expulsiones es el jugador con más rojas de la Champions League pero no solo. También es el que ha visto más rojas en la historia de la Liga, en la historia del Real Madrid y en la historia de la selección española.
El capitán siempre ha sido vendido desde Madrid como un central limpio, clarividente con el balón en los pies y con un gran juego aéreo. Lo que se obvia es su historial con las tarjetas rojas. Es uno de los jugadores más duros de Europa, así los dicen los números y las imágenes. Aunque la tarjeta de este miércoles era muy dudosa, sigue haciendo historia en negativo.
Recuerdos del Ajax
El curso pasado, Sergio Ramos ya protagonizó un triste episodio en octavos de la Champions League. En la ida contra el Ajax de Ámsterdam (1-2) forzó la tercera amarilla para llegar limpio a cuartos, pero la apuesta le salió muy mal. En el partido de vuelta, los holandeses golearon a los bancos (1-4), mientras el capitán estaba en su palco grabando un documental.
El reto de los pupilos de Zidane es ahora todavía más difícil. En tres semanas viajan al Etihad Stadium con el objetivo de remontar el resultado adverso. Tienen que marcar como mínimo dos tantos -nunca imposible con los blancos sobre el verde- y no podrán contar con el líder del vestuario.
Sergio Ramos en su palco privado viendo el Real Madrid-Ajax / EFE
Antes de esta cita europea, el Real Madrid recibe al Barça en una jornada decisiva para el futuro de la Liga. Quique Setién quiere seguir alejándose del eterno rival -actualmente los culés están dos puntos por encima- y dar un salto en confianza. Ambos equipos llegan tocados a la cita, con numerosas lesiones, y con malas sensaciones.