Nueva polémica en torno al Real Madrid. Los pupilos de Zidane consiguieron una victoria con resultado engañoso frente a Osasuna (1-4). No fueron tan superiores como indica el marcador. La primera parte del encuentro fue marcada por una acción muy polémica protagonizada por Sergio Ramos.
En el minuto 20, con el gol de los locales en el marcador, el central decidía parar a Ruben García con una dura entrada al tobillo. Se llevó pierna y balón. El árbitro, Gil Manzano, ni siquiera señaló falta y dejó que el partido continuase. Era merecedora de tarjeta, incluso roja.
Entrada de Sergio Ramos a Rubén García / Twitter
Ni falta, ni amarilla ni nada. El VAR decidió no actuar en esta ocasión y el juego no se paró. Fue el propio Ramos, varios segundos después del golpe, quien decidió enviar el balón fuera con desgana. Era consciente de la dureza de su acción y prefirió parar el juego ante las protestas de los rojillos. Esta acción hubiera cambiado los acontecimientos del partido.
Remontada
El Osasuna fue muy superior al Real Madrid durante la primera media hora del encuentro. No solo marcaron el gol, sino que tuvieron hasta tres ocasiones más para ampliar la diferencia. Quien perdona lo paga, e Isco empató el encuentro con un remate solo dentro del área en el 33. Cinco minutos más tarde, el de Camas volvía a ser protagonista.
Un centro del malagueño terminaba con un remate de Casemiro en el segundo palo, que Sergio Ramos desvió hacia adentro. Lo celebró por todo lo alto ante una afición muy caliente con la acción que había protagonizado minutos antes. Una expulsión libre de castigo y con premio.
Sergio Ramos celebrando su gol en El Sadar / EFE
Lanzamiento de objetos
El fondo norte de El Sadar fue otro de los protagonistas del partido. El grupo Indar Gorri decidió protestar por los precios de las entradas a socios abonados lanzando carteras al campo y, en la celebración del sevillano, le llegaron a lanzar un mechero. Veremos si se sanciona al club por estas acciones.