Gareth Bale es un auténtico dolor de cabeza para Zinedine Zidane y Florentino Pérez. El extremo galés volvió a ver portería con el Real Madrid tras cinco meses sin marcar. Lo hizo contra el Unionistas de Salamanca (1-3) en los dieciseisavos de la Copa del Rey, un partido que se complicó más de lo previsto.
Marcó el primer gol en el minuto 17 aprovechando un mal rechace de los locales. Ni siquiera lo celebró y mostró una cara muy seria. Solamente un comentario de Casemiro le despertó tímidamente una sonrisa. El resto del partido estuvo apagado, muy apático y como si el encuentro no fuera con él.
Diez minutos después de ver portería, volvía a disparar las alarmas. Se quejaba constantemente, cojeaba y el entrenador decidió mandar a calentar a Brahim Díaz. Siguió sobre el césped hasta que en los primeros minutos del segundo tiempo se resintió y pidió el cambio.
Gareth Bale contra los Unionistas de Salamanca / EFE
En rueda de prensa, Zidane explicó que “se torció un poco el tobillo. Creo que no es mucho. Veremos mañana, pero no podía seguir”. No podía llegar en peor momento, una lesión ahora imposibilitaría una hipotética salida en el mercado invernal dirección al Tottenham Hotspur.
Otra polémica más
La actitud de Bale durante todo el partido dio mucho que hablar en Madrid. No se mostró nada activo, demostrando que se trataba de un partido de menor categoría. Su apatía se transmitió al resto de sus compañeros que hubo momentos en que desconectaron del partido incluso cediendo un empate.
Bale entrenando con el Real Madrid / EFE
No es la primera vez que el galés genera polémica. Contra el Levante hace un año, se negó a celebrar un gol con Lucas Vázquez; también es habitual que abandone el Bernabéu antes del final del partido cuando no está convocado y ya para el recuerdo queda la pancarta de “Gales, Golf, Madrid; por ese orden”, que mostró en un partido con su selección.
Oferta del Tottenham
Por suerte para Florentino Pérez, Gareth Bale sigue teniendo un buen cartel en la Premier League mientras su valor se va devaluando. En Madrid ya comentan un posible interés del Tottenham Hotspur para hacerse con sus servicios. Daniel Levy y los directivos blancos guardan muy buena relación.
Según informa El Chiringuito de Jugones, los londinenses habrían ofrecido este mercado de invierno unos 30 millones de euros como primera ofensiva, una cantidad muy lejana a lo que espera ingresar el Real Madrid. Si sigue rindiendo como lo ha hecho hasta ahora, su valor solo hará que bajar.