Qué peligroso es el nuevo formato de la Copa del Rey para los equipos grandes. Las eliminatorias a partido único convierten todos los encuentros en algo definitivo. Sufrió el FC Barcelona en Ibiza, remontada incluida, e hizo lo propio el Real Madrid en Salamanca contra otro equipo de Segunda División B, Unionistas (1-3).
Zidane no se andó con experimentos y combinó titulares con suplentes en la alineación. Los imprescindibles Benzema, Casemiro, Valverde y Carvajal capitanearon un equipo del que formaron parte otros jugadores no tan habituales como Areola, Nacho, Militao, Marcelo, James, Vinicius y Bale.
Bale aprovecha el regalo
El guión inicial no se salió de lo que acostumbran a ser los partidos del Real Madrid últimamente. Los blancos tenían el dominio del esférico y encerraban a los salmantinos en su área, pero eran incapaces de poner en aprietos a Brais Pereiro. Un disparo muy desviado de Vinicius y un tiro libre mal ejecutado de James Rodríguez fueron las ocasiones más peligrosas del arranque.
James encara a Brais Pereiro / EFE
El planteamiento de Unionistas estaba claro: esperar atrás y buscar el contrataque que pudiera darle la victoria. Esa idea se fue al traste después de un error defensivo grosero que propició el primer gol blanco en el 18'. Un mal despeje de los locales acabó en los pies de Gareth Bale, que no desaprovechó el regalo y la puso en el fondo de las mallas. El galés, siempre apático, ni siquiera lo celebró.
El conjunto salmantino reaccionó tímidamente al gol de los merengues. Dio un paso hacia adelante, pero no pudo incomodar a Areola. Los de Zidane, mientras tanto, seguían manteniendo el esférico, dando pocas oportunidades a los locales. Se marcharon al descanso sin apenas haber sufrido en los primeros 45 minutos.
Susto
Tras la reanudación, los merengues se dedicaron a mantener el esférico y con el paso de los minutos empezaron a contemporizar. Especular no suele funcionar sobre los terrenos de juego, y el Real Madrid lo pagó bien entrada la segunda mitad. En el 57', Álvaro Romero, tras una gran jugada individual, sellaba el empate.
La reacción de los de Zidane no se hizo esperar y apenas cuatro minutos después se volvían a poner por delante. Otra vez con algo de fortuna. Brahim no atinó a rematar el centro de Marcelo, Góngora quiso despejar el esférico, lo estrelló en el palo y el balón acabó entrando en su propia portería.
Los jugadores del Real Madrid celebran un gol ante Unionistas / EFE
Unionistas no se pudo reponer de ese golpe. Tuvo una sola ocasión tras un córner, pero el remate de los salmantinos fue atajado por Areola. Con los locales volcados en ataque, pues no les quedaba otra, el Real Madrid tuvo ocasiones de sobra para sentenciar el encuentro. Brais detuvo un cabezazo de Vinicius y en el rechace, Jovic mandó el balón al palo. En el 91', Brahim cerró el encuentro con un disparo cruzado tras un contragolpe.
El Real Madrid, tal como hiciera el FC Barcelona dos horas antes, evitó la sorpresa, pero no el susto y el sufrimiento. La nueva Copa del Rey complica, y mucho, la vida a los grandes.