El Real Madrid es nuevo líder de la Liga tras su discutida y afortunada victoria ante el Sevilla. Los blancos no hicieron un buen partido, prácticamente no tuvieron oportunidades claras y volvieron a salir favorecidos por una decisión discutida del VAR.
En una primera parte soporífera, los hombres de Zidane fueron incapaces de superar la presión sevillista y acercarse a la portería de Vaclik. Además, pudieron marcharse por detrás en el marcador al descanso, pero el videoarbitraje no lo quiso así. Tal y como comentó el periodista Axel Torres en la retransimisión del encuentro, el VAR debería entrar a valorar solo acciones claras y manifiestas. Y la del Sevilla fue totalmente interpretable.
De Jong consiguió adelantar a los andaluces tras un gran remate a la salida de un córner. Sin embargo, cuando todos los jugadores entrenados por Lopetegui estaban celebrando el tanto, el árbitro Munuera Montero se llevó la mano a su comunicador. Previo al remate del holandés, su compañero Gudelj le hizo espacio con un bloqueo totalmente legal.
Sin manos, sin moverse. Solamente se colocó en la trayectoria de un defensa madridista, pero sin ningún movimiento excesivo. No obstante, para el árbitro fue suficiente para revisarlo en el VAR y anular el tanto. Una acción que incendió las redes, ya que no es ni la primera ni la segunda vez que los blancos se ven recompensados por decisión discutida del videoarbitraje.
"Hoy ha muerto el VAR"
Fueron muchos los personajes que se pronunciaron a través de las redes sociales para criticar el funcionamiento del VAR. Y no solo cuentas de fanáticos de fútbol, sino también periodistas con cierta reputación. Con comentarios como "justificar lo injustificable", "hoy ha muerto el VAR", "el VAR no mejora el fútbol" o "el VAR en el Bernabéu no existe" se puso de manifesto la mala actuación del videoarbitraje a favor del Real Madrid.
Incluso madridistas confesos como Afredo Duro no dudaron en reconocer las graves carencias del VAR, y que el gol del Sevilla tendría que haber subido al marcador. Siguen los problemas en una tecnología que debía servir para acabar con los debates, y no está haciendo más que acrecentarlos.