El Real Madrid ya espera rival para la final de la Supercopa de España, que se disputará el próximo domingo, 12 de enero. Los blancos se impusieron al Valencia (1-3) en un partido excesivamente cómodo de los hombres de Zinedine Zidane, que aprovecharon los errores inocentes de los valencianistas para llevarse el triunfo. Los blancos se dieron un auténtico festín y ganaron en confianza, sobre todo de cara a puerta, gracias a los goles de Kroos, Isco y Modric.
Así, los blancos se jugarán ante el ganador de la segunda semifinal, que enfrenta a Barça y Atlético de Madrid, el llevarse a casa el primer título de la temporada en el fútbol español: la renovada Supercopa de España.
Un Valencia muy inocente
El equipo madridista viajó a Arabia Saudí sin ninguno de los a priori titulares en su tridente de ataque. Tanto Benzema, como Bale y Hazard quedaron fuera de la convocatoria por problemas físicos. Y de momento, en el primer encuentro, los blancos tampoco les echaron mucho en falta.
En un King Abdullah Sports City de Yeda con claro sabor madridista, los hombres de Zidane se mostraron claramente superiores durante todo al encuentro a un Valencia infantil que demostró su inexperiencia en este tipo de competiciones.
Así, en una primera mitad soporífera donde ninguno de los dos conjuntos arriesgó de forma excesiva, Kroos aprovechó un error inocente del guardameta ché, Jaume Doménech, que dejó su portería libre para protestar una acción al colegiado, para adelantar a los merengues con un gol directo desde el saque de esquina.
De esta manera adelantó Kroos al Madrid contra el Valencia | EFE
Un golpe que dejó totalmente KO a los valencianistas, que no fueron capaces de recuperarse en ningún momento. Tras el tanto, el Real Madrid abusó de la defensa del Valencia hasta que consiguió aumentar su ventaja a través de Isco. Sin demostrar mucho, los blancos sentenciaron prácticamente el encuentro al descanso.
En la segunda mitad, los valencianistas, con más alma que fútbol, dedicaron todos sus esfuerzos en atacar. Y los blancos aprovecharon los huecos defensivos que dejaron los chés para darse un festín, y certificar su pase a la final de la Supercopa de España con el gol de Modric. Ya en el tiempo de descuento, los chés anotaron el gol del honor desde el punto de penalti. Así, los blancos ya esperan a Barça o Atlético de Madrid, contra los que lucharán para llevarse el primer galardón de la temporada.