Las retiradas de Xavi Hernàndez y Andrés Iniesta dejaron sin comandante a la selección española. Alguien debía coger el timón de la Roja. En un principio el candidato a tomar ese cargo era Isco Alarcón, un futbolista con una excelente técnica, mucha calidad y visión de juego. Si alguien podía ponerse a un equipo que apostaba por la posesión de balón a la espalda, ese era el malagueño.
Iker Casillas y Sergio Ramos le apodaron 'magia' por las virguerías que hacía con el balón. En el Málaga se convirtió en una de las grandes sensaciones del panorama nacional y en el Real Madrid ratificó su habilidad. La transición para tomar el mando de la selección española había empezado e Isco afrontó su primera prueba de fuego: el Mundial de Rusia.
Fracaso
Y fracasó. Con Iniesta dando sus últimos coletazos, Hierro le dio el poder absoluto en la medular. Fue incapaz de comandar al combinado nacional como se esperaba. No daba el ritmo suficiente a la circulación de balón y muchas veces sacaba a relucir su versión más individualista. No veía más allá de sus pies y el esférico.
Una foto de archivo de Isco en un entrenamiento con la selección / EFE
España se estampó en octavos de final contra la anfitriona y las miradas apuntaron a Isco como uno de los grandes culpables. Fue decepcionante ver que el futbolista llamado a heredar el trono de Xavi e Iniesta no podía dirigir con rigor el juego del equipo. La mala imagen de la Roja se debió, en gran parte, al malagueño.
Desde entonces su importancia con la selección ha ido disminuyendo. Las lesiones y su pobre rendimiento con el Real Madrid le han apartado de las convocatorias en varias ocasiones. Luis Enrique primero y Robert Moreno después han preferido a jugadores como Cazorla, Parejo, Saúl o Koke.
Suplente
El bajón de Isco también se ha plasmado en su equipo. Tras la llegada de Lopetegui, el de Benalmádena logró un rol protagonista en la entidad de Chamartín. Con Solari su rol cambió radicalmente. El técnico argentino dejó de contar con él y lo dejó fuera de la convocatoria en diversas ocasiones.
Una foto de Isco Alarcón durante un entrenamiento del Real Madrid / RM
Ahora, con Zidane, tiene un papel secundario. Cuenta con minutos de forma habitual, pero rara vez entra en el once titular. El entrenador francoargelino ha dado con su equipo de confianza e Isco no tiene cabida en él. Ha disputado siete encuentros en los que no ha anotado goles ni tampoco ha repartido asistencias.
Este lunes la selección española juega contra Rumanía. Si gana será cabeza de serie en la Eurocopa del próximo verano. Un torneo que, a día de hoy, está muy lejos del alcance de Isco Alarcón. Si su situación con el Real Madrid no cambia y su rendimiento no mejora, el heredero de Messi y Xavi se quedará sin Euro.