Cómo cambia el fútbol. Quién le iba a decir a Vinicius Júnior que pasaría de ser imprescindible en los esquemas de Solari y Zidane a quedar en un segundo plano en la rotación. No solo eso, sino que en marzo era impensable que el nuevo ídolo del madridismo fuera silbado en el Santiago Bernabéu, como ha sucedido en algunos choques de esta temporada.
A falta de referentes ofensivos, Solari apostó por subir al extremo brasileño al primer equipo. Y la apuesta no le pudo salir mejor. Vinicius exhibió descaro, personalidad y un enorme talento desde el primer día. Con solo 18 años se puso a todo un Real Madrid a la espalda. Era el único futbolista diferente, desequilibrante, ponía en peligro a las defensas rivales. Aunque de cara a puerta no estuviera acertado.
Defenestrado
No era solo cosa de Solari. Una vez se recuperó de la lesión que sufrió contra el Ajax en octavos, ya con Zidane en el banquillo, Vinicius seguía siendo prácticamente intocable. Era el único futbolista capaz de ilusionar a un madridismo que estaba falto de referentes tras la marcha de Cristiano Ronaldo el verano anterior.
Vinicius celebra un gol con el Real Madrid / EFE
Y, de golpe y porrazo, su situación cambió. La llegada de Hazard y la permanencia de Bale no le beneficiaron en absoluto. Ha disputado 11 encuentros, pero solo ha sido titular en cuatro de ellos. Ha perdido el desparpajo y la valentía, y sigue sin encontrar el gol. Solo ha anotado uno en estos tres meses de competición.
Todo esto ha provocado que adopte un rol residual en la nueva rotación de Zidane. No parte de inicio desde el batacazo contra el Mallorca. Además, se ha quedado fuera de la convocatoria en tres de los últimos seis compromisos del Real Madrid. Una situación que ha provocado que Vinicius pierda la confianza. Ese jugador del primer trimestre de año ha desaparecido.
Nuevo ídolo
Por si no tuviera suficientes problemas, ahora se ha encontrado con un nuevo escollo para recuperar la titularidad: su compatriota Rodrygo Goes. El ex de Santos se ha convertido en el nuevo ídolo del madridismo. Le han bastado seis encuentros para meterse al Santiago Bernabéu en el bolsillo. A su favor juega que se adapta mejor a la banda derecha que Vinicius.
Rodrygo en el choque contra el Galatasaray / EFE
Se ha convertido en una de las grandes sensaciones del fútbol mundial. A sus 18 años parece haberse hecho con un sitio en el once. Ha anotado cinco goles en seis partidos, incluido un hat-trick en el choque de Champions contra el Galatasaray. Las comparaciones con su compatriota y amigo son odiosas: Vinicius solo ha logrado cuatro tantos... ¡en 42 choques!
Bale, Hazard, Lucas Vázquez y, ahora Rodrygo. Todos ellos parecen partir con ventaja sobre el ex del Flamengo. Ha pasado de ser la nueva esperanza del madridismo a un simple jugador de rotación. Para no creérselo.