Primero fue el Madrid, que arrasó sin piedad a un apático Galatasaray (6-0) que volvió a demostrar que lejos del famoso Infierno Turco son un equipo con muy pocas aspiraciones en Europa. Y ahora el Espanyol. El equipo blanquiazul consiguió desmontar la última hazaña del Real Madrid al ganar también por seis goles a cero al Ludogorets en Cornellá el Prat.
Rodrygo, celebrando uno de sus dos goles ante el Galatasaray | EFE
Los dos equipos españoles volvieron a dejar de manifiesto una de las grandes dudas que ha acompañado las competiciones europeas durante los últimos años: la exagerada diferencia de nivel entre los equipos de las cinco grandes ligas (seis si se cuenta la holandesa) y los conjuntos provenientes de otras competiciones menos importantes.
Goleada en Europa, descenso en Liga
El caso del Espanyol todavía es un ejemplo mucho más visible de este hecho. El equipo entrenado por Pablo Machín ocupa puestos de descenso en la Liga Española tras un arranque nefasto. Han perdido ocho partidos de los 12 posibles y solo han visto portería en 6 ocasiones.
Los mismos goles que anotaron en un solo partido en la Europa League. Y es que las primeras rondas de las competiciones europeas están sirviendo a equipos duramente criticados para recuperar confianza a través de grandes goleadas.
Así, tras la victoria ante el Ludogorets en casa, los pericos lideran su grupo con 10 puntos y están cerca de clasificarse para los octavos de final de la Europa League. Y, por otra parte, rondan en la 19ª posición en la Liga y podrían descender de categoría a final de curso. El eterno debate de Europa.
El Slavia de Praga, un ejemplo para bien
Sin embargo, el hecho de no disputar una Súperliga entre todas las grandes potencias del fútbol mundial permite conocer la historia de equipos a priori poco favoritos y con una potencia económica mucho más baja, pero que son capaces de poner en problemas a los grandes clubes del mundo.
El último en añadirse a esta lista ha sido el Slavia de Praga. El equipo checo, con un presupuesto de 27 millones de euros, consiguió plantar cara y sacar un punto del Camp Nou ante un Barça que dispone de más de 600 millones para esta temporada. Y todo, gracias a un equipo totalmente entregado a la causa y a un estilo de juego que practicarán sea cual sea el rival que tienen delante.
Arturo Vidal no estuvo acertado ante el Slavia | EFE
Pero, por desgracia, el caso del equipo de Praga no es el habitual en unas competiciones europeas que se están convirtiendo en prácticamente un paseo para los grandes equipos. Al menos hasta la llegada de las eliminatorias, donde para ellos, es donde empieza el torneo de verdad.