Florentino Pérez ha dado un giro radical a su política de fichajes. Mientras en su primera etapa y en los inicios de la segunda apostaba por incorporar a los jugadores más mediáticos, mejor conocidos como galácticos, desde hace unos años se fija más en el futuro que en el presente. Es una tendencia que prácticamente inició Varane y que han seguido jugadores como Odegaard, Ceballos, Odriozola o Valverde, por ejemplo.
El principal problema con el que se ha encontrado el presidente blanco es que el técnico del equipo, Zinedine Zidane, apenas da continuidad a este tipo de jugadores. Basta con ver los onces del entrenador francoargelino en las tres últimas Champions para darse cuenta que, excepto Asensio en algunos casos, el exfutbolista acostumbra a alinear a los más veteranos.
De más a menos
Esto es algo que se ha notado aún más desde que regresó al banquillo del Santiago Bernabéu el pasado mes de marzo. La prensa vinculada con el Real Madrid hablaba de limpieza y revolución, pero al final Zizou no pudo o no quiso desprenderse de las vacas sagradas. Y esto lo está pagando, por ejemplo, Vinicius.
Una foto de Vinicius Jr. lamentando una ocasión / EFE
El extremo brasileño fue el puntal blanco cuando era Solari quien dirigía desde la banda. Aunque le faltaba gol, era el futbolista más desequilibrante de la entidad de Chamartín. Con Zidane su protagonismo se ha visto reducido de forma considerable y solo ha sido titular en cuatro choques este arranque de temporada. Pese a ello, su valor de mercado según Transfermarkt ha aumentado de 35 a 70 millones hasta que empezó 2019.
Tercero en discordia
El de Vinicius no es un caso aislado. Hay otros dos futbolistas jóvenes del primer equipo blanco que se han revalorizado desde que comenzó el año pero, en cambio, están en un segundo plano para Zinedine Zidane. Sucede lo mismo con un compatriota del extremo, Eder Militao, que llegó a la disciplina blanca el pasado verano.
El zaguero brasileño completó una recta final de temporada espectacular defendiendo la camiseta del Oporto. Fue aterrizar en Madrid y prácticamente desaparecer. Ha participado solo en cuatro encuentros, tres de ellos como titular, y a día de hoy se antoja complicado que pueda pasar por delante de Ramos o Varane. Pese a ello, su valor de mercado ha aumentado de 20 a 50 millones de euros.
En el filial
Más flagrante aún es el caso de Rodrygo Goes. Llegó a la entidad de Chamartín el pasado verano procedente del Santos y únicamente ha disputado tres partidos. Fue titular por primera vez en Estambul contra el Galatasaray y podría ganar protagonismo con el paso de las semanas. Desde el 1 de enero ha pasado de tener un coste de 10 millones de euros a uno de 40.
Rodrygo en el partido frente al Bayern de Múnich de pretemporada / EFE
Los jóvenes del Real Madrid apenas juegan, apenas tienen protagonismo y apenas destacan, pero se revalorizan igual. Da la sensación que pesa más su edad y el precio que pagó Florentino Pérez que lo que demuestran sobre los terrenos de juego.