La victoria en Estambul en la tercera jornada de la fase de grupos de la Champions League era obligatoria tanto para el Real Madrid a nivel colectivo como para Zidane en un plano más individual. Por una parte, el conjunto blanco debía vencer al Galatasaray para no quedarse sin margen de error en la competición europea.
En cuanto al técnico francoargelino, necesitaba el triunfo para tomar aire y parar momentáneamente los rumores de una posible destitución. La gestión del exfutbolista crea controversia en el entorno de la entidad de Chamartín y tras la derrota en Mallorca los nombres de José Mourinho y Massimiliano Allegri empezaron a sobrevolar el Santiago Bernabéu.
Apuesta
Aunque se jugaba el cargo contra el Galatasaray, Zidane apostó por darle la primera titularidad en la élite a una de las grandes promesas del club blanco, Rodrygo Goes. El futbolista brasileño, que solo había jugado 43 minutos con el primer equipo hasta la fecha, aportó verticalidad, desborde, desparpajo y decisión al Real Madrid.
Rodrygo en el choque contra el Galatasaray / EFE
El ex del Santos fue titular en detrimento de otra de las 'perlas' de la entidad de Chamartín, Vinicius Júnior. El joven extremo empezó el encuentro en el banquillo y solo pudo disfrutar de los últimos 11 minutos del choque. Tiempo insuficiente para demostrar su calidad, sobre todo teniendo en cuenta que en esa fase del duelo el Real Madrid se dedicó más a defender que a atacar.
Ostracismo
El futbolista brasileño ha pasado de ser la gran esperanza del madridismo a un actor terciario en la rotación. Deslumbró en los meses que Solari estuvo en el banquillo, pero desde la llegada de Zidane su situación ha cambiado radicalmente. Se destapó como una de las mayores promesas del fútbol mundial, pero su progresión se ha visto estancada desde que está a las órdenes del técnico francoargelino.
Una foto de Vinicius Jr. / Instagram
Este curso ha jugado nueve de los 12 partidos que ha disputado el Real Madrid hasta la fecha, pero solo ha sido titular en cuatro de ellos y únicamente completó el choque ante el Levante. La poca confianza que deposita Zizou en él le ha minado la moral. Está hundido y no le salen las cosas como él querría. Este fue el principal motivo de sus lloros tras marcar al Osasuna.
En apenas ocho meses Vinicius ha pasado de ser el nuevo Neymar a parecerse al nuevo Robinho. Ha quedado en un segundo plano en la rotación y no solo Hazard y Benzema pasan por delante de él, sino también Bale y Rodrygo. Zidane ha hecho perder la confianza a una de las 'perlas' del Real Madrid.