El Real Madrid ya no es líder de la Primera División. El conjunto blanco pinchó en Mallorca mientras que el Barça (19 puntos) sumó los tres puntos en el campo del Eibar. Los merengues jugaron este partido con la mente puesta en Champions League y con la enfermería como protagonista.

Luka Modric y Gareth Bale no se recuperaron de sus molestias que sufrieron en el Gales-Croacia. Tampoco estuvieron Dani Carvajal ni Eden Hazard, que descansaron pensando en Europa. Zinedine Zidane apostó por un once nada habitual. Thibaut Courtois; Odriozola, Eder Militao, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, James, Isco; Jovic, Benzema y Vinicius.

La apuesta no salió nada bien. Apenas generaron ocasiones claras de gol. Solo centros laterales que colgaba el colombiano. Quien sí que fue a por el partido desde el primer minuto de encuentro fue el Mallorca. Los baleares salieron decididos y con las ideas claras para castigar los errores de los merengues.

Superados

El único gol no tardó en llegar. Lago Junior, el minuto seis, partió de banda izquierda encarando a Odriozola. El lateral derecho vasco dudó y, en vez de atacar al extremo, estuvo retrocediendo hasta que fue demasiado tarde. Recorte para adentro, y disparo al palo largo. El belga no pudo hacer nada.

Lago Junior celebrando su gol contra el Real Madrid / EFE

Lago Junior celebrando su gol contra el Real Madrid / EFE

Siete minutos más tarde casi llegó el segundo tanto. Una buena presión del goleador terminó con el balón en los pies de Budimir. El croata no falló y puso el dos en el marcador, pero la diana fue anulada por previo fuera de juego. Así lo confirmó el VAR.

En la segunda parte, el vendaval continuó. Se rozó el segundo en dos ocasiones, ambas durante los primeros minutos del segundo tiempo. En el 74, Odriozola fue expulsado al ver doble amarilla tras una entrada desmesurada a Lago Junior, sin duda alguna, el hombre del partido.

Odriozola lamentando la acción que le ha costado la segunda amarilla / EFE

Odriozola lamentando la acción que le costó la segunda amarilla / EFE

Sin centro del campo

La planificación blanca esta temporada es para hacérselo mirar seriamente. Salieron jugadores como Marcos Llorente y Dani Ceballos. No llegó ningún refuerzo aparte de James Rodríguez, del Bayern de Múnich. El colombiano y Isco Alarcón fueron los interiores de un centro del campo protegido por Casemiro.

Las jugadas creadas por los blancos fueron aisladas y en ningún momento fruto de una buena combinación. Se notó -y mucho- la falta de un controlador de juego como Kroos o Modric. El equipo estaba partido y ningún centrocampista consiguió cohesionar el conjunto.

Vinicius Junior, el mejor de los blancos

Como pasó el curso pasado con Santiago Solari en los banquillos, Vinicius Junior fue el protagonista por parte del Real Madrid. Desbordó a Joan Sastre una y otra vez, pero sin premio. No se entendió con los dos delanteros centros -Luka Jovic y Benzema- y tampoco tuvo suerte de cara a portería.

Vinicius Junior desbordando a Joan Sastre / EFE

Vinicius Junior desbordando a Joan Sastre / EFE

La mejor ocasión de los blancos sucedió a mediados del primer tiempo. El delantero francés disparaba muy cerca de Manolo Reina, pero el esférico golpeaba en el travesaño. El Madrid no llega en el mejor momento a una cita crucial como la del martes frente al Galatasaray.

Necesitan sumar sí o sí si no se quieren descolgar del liderato de su grupo. El PSG lidera la tabla con seis puntos -y dos victorias- mientras que en segunda posición van los belgas del Brujas con dos puntos. Turcos y madrileños -con un punto- cierran el grupo. Partido crucial para el futuro merengue.