Zinedine Zidane siempre ha sido una de las grandes debilidades de Florentino Pérez. El presidente blanco le profesa auténtica admiración al francoargelino, ya sea como entrenador o como jugador. Fue uno de los héroes de la novena Copa de Europa de la historia del Real Madrid y el artífice de las tres Champions consecutivas entre 2016 y 2018.

Es su ojito derecho. Por eso, tras la destitución de Solari, recurrió a él para que recondujera la situación y devolviera el equipo a la élite. Le dio plenos poderes a nivel de gestión de plantilla y en el mercado de fichajes. Zidane le generaba confianza. Algo que se ha ido desvaneciendo con el paso de los meses por varios motivos.

Mercado desastroso

En primer lugar, por las decisiones que tomó a lo largo del pasado verano. El foco del conflicto fue el fichaje para la medular. El técnico quería a Pogba a toda costa, pero el Manchester United repitió una y mil veces que no estaba dispuesto a venderlo. Su obsesión con el jugador francés le empujó a descartar los fichajes de Van de Beek y Eriksen, mucho más asequibles.

Pogba en un partido con el Manchester United / EFE

Pogba en un partido con el Manchester United / EFE

Tampoco le gustó nada a Florentino Pérez la gestión de las salidas. El exfutbolista dejó salir a Reguilón al Sevilla en forma de cesión y obligó a la entidad a gastarse 48 millones en Ferland Mendy. También permitió la cesión de Ceballos al Arsenal y la venta de Marcos Llorente al Atlético de Madrid cuando no contaba con recambios en la medular.

Mientras estas tres promesas se marchaban, las vacas sagradas, aquellas que tan mal rindieron el pasado curso, se quedaron. Zizou dio plena confianza a Marcelo, Modric, Kroos e Isco, futbolistas cuyo nivel había dejado mucho que desear. Florentino cedió esperando que, con sus jugadores, los resultados de Zidane mejoraran.

Contra las cuerdas

Pero no lo hicieron. Si bien en Liga el equipo blanco marcha líder y aún no ha perdido ningún encuentro, las sensaciones no son las mejores. La situación en Champions es aún más delicada: con un empate y una derrota, el Real Madrid marcha último de su grupo y ya no puede fallar si quiere acceder a octavos de final.

Una foto de los jugadores del Real Madrid durante el partido ante el Brujas / EFE

Una foto de los jugadores del Real Madrid durante el partido ante el Brujas / EFE

El descalabro en el Parque de los Príncipes frente al París Saint-Germain fue humillante. Pero peor fue el empate en el Santiago Bernabéu contra el Brujas. El conjunto belga se encontró muy cómodo a lo largo del encuentro e incluso podría haber ganado de no ser por Areola, que ejerció de salvador en la segunda mitad.

 

La mala gestión en el mercado de fichajes y los resultados en la fase de grupos de la Champions League dejan a Zinedine Zidane en la picota. La confianza de Florentino Pérez va minando y, si el conjunto blanco no accede a octavos de final, el técnico francoargelino deberá hacer las maletas. La guerra entre el presidente y el entrenador está al rojo vivo.