Eden Hazard no está teniendo un inicio de curso fácil en el Real Madrid. Llegó como gran estrella este verano y, aunque tiene plena confianza de Zinedine Zidane, aún no se lo ha visto brillar. Este martes se vivió un nuevo ejemplo de ello. Empataron contra el Brujas (2-2) y el belga apenas apareció.
A pesar de las malas actuaciones, el técnico francés no duda de su potencial. “No le voy a dar un consejo sobre cómo tiene que estar. Es un jugador importante y queremos más de él, pero hay que estar tranquilo”, apuntó. La afición ya lo empieza a cuestionar y no solo eso, dentro del vestuario también genera dudas.
Amistades peligrosas
La integración de Hazard en el vestuario parece que fue muy buena. Zidane tiene fe ciega en él y ha hecho buenas migas con los francófonos como Karim Benzema, Alphonse Areola, Ferland Mendy, Raphael Varane o Thibaut Courtois, compañero de selección con quien ya coincidió en el Chelsea.
Una foto de Eden Hazard lamentando una ocasión / EFE
Sus compañeros esperan que poco a poco vaya justificando los 120 millones que le costó a Florentino Pérez y se vea al extremo de la Premier League, que encaraba sin miedo y veía portería con cierta facilidad. Pero van perdiendo la paciencia. Empezó en muy mal estado de forma físico y aún no ha marcado en partido oficial.
Ya en la pretemporada se discutió su sobrepeso desde dentro del vestuario, algo que Zidane no quiere entrar a valorar. Esto va muy ligado a sus problemas con las lesiones. Solo llegar al Santiago Bernabéu sufrió unas molestias en el muslo que, según muestra en el verde, aún no ha solucionado por completo.
Se duda de su liderazgo
Según explicó el pasado lunes El Chiringuito de Jugones, fuentes de la plantilla del Real Madrid dudan de su liderazgo. “Es verdad que creen y saben que no va a ser un líder de vestuario. Ni en el campo ni en el vestuario”, apuntó el tertuliano Edu Aguirre.
Hazard, cabizbajo tras su pésima actuación en el derbi / EFE
Eden Hazard llegó al Bernabéu para hacer olvidar de una vez por todas a Cristiano Ronaldo pero el belga no es un goleador ni un jugador capaz de liderar a un campeón de la Champions. Florentino y Zidane se están encontrando con la dura realidad. La afición y el vestuario ya dudan de él y esto acaba de empezar.