Ángel di María no guarda buen recuerdo de su etapa en el Real Madrid. Es un tema que desde haces años es vox populi. Sin embargo, el crack argentino se encargó de dejarlo bien claro este miércoles en el Parque de los Príncipes.
El delantero argentino fue el encargado de estrenar el luminoso en un PSG-Real Madrid donde faltaban muchos pesos pesados de ambos equipos. Pero, especialmente, en el cuadro parisino, con ausencias tan sonadas como las de Neymar, Cavani y Mbappé.
Los de Zidane, por su parte, acusaban las ausencias de Sergio Ramos, Modric, Isco o Marcelo. Pero a su favor, el técnico galo tenía a su disposición a los tres puntas presumiblemente titulares: Benzema, Bale y Hazard.
Sin embargo, los parisinos, con el también exmadridista Keylor Navas bajo palos, no necesitaban a sus mejores hombres para meter el miedo en el cuerpo a los blancos. Con una delantera compuesta por Sarabia, Icardi y el propio Di María, el gol no tardó en llegar.
¡Dos goles como soles!
Corría el minuto 14 cuando Bernat combinó con Icardi en el área, el ariete se la devolvió al lateral de primeras y apurando la banda el español puso un medido centro al área que remató Di María con calidad. Courtois no supo hacer nada, aunque podría haber hecho más.
El Fideo salió disparado a celebrar el gol junto a Bernat sin olvidarse de dibujar su característico corazón con las manos. El pasado blanco no iba a empañar esa celebración. Ni mucho menos.
Pero no contento con ello, el crack argentino volvió a sorprender con un lanzamiento magistral desde la frontal del área en una acción que destapó las carencias blancas nuevamente: era un saque de banda y le dejaron recibir cómodamente. Di María pudo controlar y soltar un zapatazo escorado que se volvió a comer el bueno de Courtois.
Mucho dinero en traspasos
El Fideo lo celebró a lo loco, con los brazos abiertos, sacando la lengua, eufórico. También Neymar y Mbappé lo celebraron sonrientes desde la grada de Saint Dennis.
Di María celebra con locura sus goles al Real Madrid / EFE
Di María salió mal de la capital española. Enemistado y enfrentado con Florentino Pérez, que se negó a renovarle después de conquistar la Champions de Lisboa en 2014. La famosa Décima. No hubo acuerdo económico y el representado de Jorge Mendes forzó para salir y terminó en el Manchester United previo pago de 75 millones de euros.
Tonteó con el Barça
Un año después se iba al PSG por 63 millones y posteriormente estuvo a punto de fichar por el Barça, síntoma, nuevamente de que su recuerdo blanco no era el mejor, pese a levantar la orejuda. Ha pasado el tiempo y tiene por delante a algunos de los mejores jugadores del mundo, pero Di María sigue demostrando año tras año que es un grande.