José Mourinho tiene claros sus colores. Blanco hasta la medula. O al menos ahora sí se atreve a pronunciarse. El técnico portugués, actualmente sin equipo tras su despido del Manchester United, reconoció semanas atrás que echaba de menos los banquillos, pero en su última entrevista, concedida a EFE, fue más allá.
Su nombre sonó con fuerza el pasado curso después de que Florentino Pérez condenará a Santiago Solari de forma definitiva. La Copa del Rey concluyó la crónica de una muerte anunciada, y el presidente blanco sondeó la posibilidad de contratar de nuevo los servicios del luso. Un técnico con mano dura para una plantilla acomodada. Finalmente fue Zidane, y el aval de sus tres Champions League consecutivas, quien le quito el puesto, pero su candidatura a volver al Santiago Bernabéu no terminó.
Zidane en el punto de mira
La confianza en el técnico francés ya no es absoluta. No es intocable y solo los resultados le permitirán seguir liderando al equipo. Algo que Mourinho también sabe de primera mano y por lo que no dudó en mandar otro guiño al Real Madrid, en especial, a Florentino Pérez. En primer lugar, reconoció la buena relación que mantiene con todos los presidentes que le contrataron y le despidieron: "Soy amigo de mis presidentes, incluso de los presidentes que me echaron, y es así como me gusta que sea".
Una foto de Jose Mourinho en el banquillo del Real Madrid / EFE
Pero el Madrid es un caso a parte. Pese a consolidarse como técnico mundial en otros grandes de Europa, su estancia en Chamartín no fue fácil. Coincidió con el mejor Barça de la historia. Una tarea difícil y que solo terminó con una Liga y una Copa ante el eterno rival. Aun así, su recuerdo es inmejorable y confesó: "No tengo problema en decirte que cuando sales después de tres años en el Madrid, eres madridista. Punto. Hay cosas que no cambian".
Guiño del madridismo
Sus declaraciones responden a su evidente voluntad de volver a Concha Espina. Fue uno de los candidatos para relegar a Solari y lo sabe. Un cargo que, de momento, deberá esperar. Ahora Zidane lidera al equipo y todavía hay muchas 'vacas sagradas' que se niegan a volver a trabajar bajo sus órdenes. Su dureza y ambición no gusta en algunos sectores del vestuario, especialmente, los más acomodados.
El paso del tiempo le ha otorgado la humildad de reconocer que el Barça fue mejor, pero también la posibilidad de volver a Bernabéu. Si Zidane falla, Mourinho estará listo. El luso, además, también habló sobre la rivalidad entre Cristiano y Leo Messi. Con su compatriota en la Juventus, Mourinho tuvo también el detalle de reconocer la superioridad de Leo. "Siempre digo que debo tanto a mis jugadores, como a los que no han sido mis jugadores y me han creado problemas. Por ejemplo, Messi nunca jugó en mi equipo pero jugué contra él y me ha hecho mejor por tener que preparar partidos, por tener que organizar mi equipo".
Un discurso que maquilló: "Cuando digo Messi digo también todos los grandes jugadores contra los que he jugado". Mourinho ha cambiado. Abandonar los banquillos le ha convertido en una persona más amable, pero su objetivo está claro: Concha Espina.