Misión cumplida ante lo que era una obligación sin excepciones. El Real Madrid venció al Levante (3-2) tras una excepcional primera parte, y una segunda en la que de nuevo peligraron los tres puntos. Los blancos impusieron su juego pese al atrevimiento inicial de los granotas y consiguieron un contundente 3-0 para llegar al descanso. El conjunto de Paco López se fue apagando y el Madrid encontró el dinamismo y la fluidez perdida.
El doblete de Benzema y el tanto de Casemiro aseguraban, aparentemente, la victoria, pero de nuevo y como ocurrió en jornadas pasadas, peligró hasta el último minuto. El Levante, con un juego menos acertado, no se dio por vencido y supo rehacerse en el marcador. Primero Mayoral en el 48 y después Melero en el 78 para poner el corazón en un puño a todo el Bernabéu que hasta entonces había sido una fiesta.
Menuda dupla
No han llegado todos los fichajes esperados para Zinedine Zidane, pero este Madrid tiene dos nombres propios: Karim Benzema y James Rodríguez. El francés recibió la ovación de su público en el 81 tras marcar un doblete sensacional y ser el líder de la ofensiva blanca. Una ofensiva que compartió junto a el colombiano. No era el centrocampista pretendido por el técnico galo --obsesionado con Pogba--, pero supo mantener el buen nivel mostrado en jornadas anteriores.
90 minutos sacrificado en defensa, activo en ataque y capaz de filtrar pases de ensueño. Lo intentó desde la media distancia pero no tuvo el día de cara a portería. Dos jugadores que empujaron al equipo para poner el 3-0 en el marcador y para sostenerlo cuando los tres puntos podían escaparse.
Vinicius, testimonial
Será el futuro del Madrid, pero jugando así tiene poco presente. El carioca irrumpió en el once ante la ausencia de Bale y la suplencia de Hazard pero poco se le vio. De la exhibición ofensiva que protagonizó el Madrid en el primer tiempo, Vini solo aparecerá en el resumen por la asistencia que dio a Casemiro.
Una foto de Casemiro durante el Real Madrid - Levante / EFE
En el resto de facetas del juego, continua ausente. El brasileño ha perdido el regate, la inspiración y hasta la sonrisa. Asistió, que menos dada la sencillez de la jugada a su compatriota para anotar el 3-0, pero no es no la sombra de lo que fue la temporada pasada. Necesita confianza y minutos y las suplencias parecen haberle hecho mella. De cara a portería continua negado.
Tarde de debuts
Con el 3-1 en el marcador, Zidane dio entrada al fichaje estrella del verano. Eden Hazard por fin pisó el verde del Santiago Bernabéu. Con el 7 a la espalda y con una ovación muy esperada. De sus botas pudo salir el 4-1, pero el disparo se fue fuera y hasta allí llegó su aparición. El Madrid bajó una marcha pese a su presencia en el verde, y el Levante encontró en sus armas resultados efectivos.
Una foto de Eden Hazard en su debut en el Santiago Bernabéu / EFE
El técnico francés también permitió a Militao debutar, pensando en la posible alineación ante el PSG del próximo miércoles, pero el experimento no fue el esperado. Sentó a Casemiro y a Ramos y el Madrid perdió contundencia defensiva. Y con el 3-2 los fantasmas volvieron a resonar. La victoria peligró por minutos y pese a que no se encerraron en defensa, el Levante se hizo grande. El Madrid volvió a ser intermitente. Se desconcentró con 45 minutos de juego por delante y tuvo que sufrir para sumar sus segundos tres puntos de la temporada.
Con la puntería más acertada ese sábado, la asignatura pendiente continúa siendo la defensa. Y sino que se lo digan a Courtois que salvó en el añadido el empate a 3.