El parón de selecciones ha dejado lecturas de todos los tipos. España vuelve a brillar aunque sea con rivales de menor entidad, Holanda es una firme candidata a la Eurocopa 2020 y el virus FIFA continúa haciendo añicos las planificaciones deportivas de los clubs. Y con las posibles bajas a las que tendrá frente Ernesto Valverde, todavía por confirmar, una de las preocupaciones continúa siendo Ousmane Dembelé. El francés continúa con su recuperación en la Ciutat Esportiva Joan Gamper tras lesionarse en San Mamés. Una nueva rotura fibriral que la mantendrá cinco semanas en el dique seco, de las cuáles ya lleva casi tres, y que obligó a Didier Deschamps a encontrar un sustittuto al Mosquito para este parón de selecciones.
Francia continúa intratable. Goleó a Albania (4-1) y se medirá a Andorra este martes, un rival asequible para la actual campeona del Mundo. Pero más allá de los compromisos internacionales del conjunto bleu, otras de las cuestiones que más preocupa en la selección francesa es las constantes lesiones de Dembelé.
Su papel en el combinado nacional siempre ha sido de revulsivo, bajo la sombra de Kyllian Mbappé --ausente por lesión esta última convocatoria--, Griezmann y Giroud, pero ante los tres fantásticos galos, a Dembelé le crecen los enanos. Su falta de continuidad y sus constantes lesiones están no solo menguando sus apariciones en el Camp Nou, si no también en la selección.
Competencia feroz
Deschamps eligió a Jonathan Ikoné, actual jugador del Lille, para completar la convocatoria. El extremo de 21 años debutó en la victoria ante Albania un año después de fichar por el conjunto francés. Una ascensión de vértigo que le permitió sumarse al club de algunos selectos. Con su primer tanto en su debut se sumó a la lista de jugadores como Karim Benzema, Zinedine Zidane, Hate Ben Arfa, Faubert o Kaboul. Todos ellos marcaron en su primer partido con la selección, una hazaña que también consiguió Ikoné.
Cerró el marcador ante Albania, pero más allá del tanto, dejó muy buenas sensaciones en el verde. Veloz en banda, con descaro, regate, combinativo en el juego y sobretodo menos anárquico que el futbolista azulgrana. Este martes podría tener otra oportunidad de vestirse de corto para Francia y reivindicarse. Y igualando a leyendas como Benzema o Zidane, surge un nuevo problema para Dembelé quien sin tener un sitio fijo en el esquema de Deschamps, ve desde casa como le comen la tostada.
Una tostada que de momento le quiere disputar Ikoné, pero que podría tener nuevos nombres en la próxima convocatoria. El cambio de actitud de Dembelé con el Barça es el único que puede llevarle a otra de sus obsesiones, la selección.