Hay caso Vinicius Jr. y no hay duda de ello. El brasileño vive un momento difícil desde que la temporada pasada se lesionara ante el Ajax en Champions League. Hasta ese entonces, había sido la revelación del madridismo y la única lectura positiva de un Real Madrid de capa caída. La salsa del brasileño en su juego cautivó a la afición blanca y fue el único jugador capaz de contagiar algo de alegría al equipo y aportar imaginación y velocidad al juego colectivo. Sin fortuna de cara al gol, pero con un desparpajo sorprendente dada su edad.
Pero todo terminó en un sprint. Se lesionó del tobillo y tras meses de baja, reapareció con la Liga sentenciada, sin Champions y sin Copa. Por aquel entonces Zidane ya había cogido las riendas del equipo de nuevo, tras la fulminante destitución de Santiago Solari, y el principal valedor del extremo se esfumó como su talento. Vinicius no ha vuelto a ser el mismo. Ha gozado de pocas oportunidades desde entonces, pero de los 118 minutos que ha disputado en este inicio liguero, de los 270 posibles, apenas ha destacado por su juego.
Sin velocidad, sin regate, sin desborde, y más preocupante, sin confianza. Vinicius fue, como tantos otros de este mercado de verano, un fichaje de club maniobrado por Florentino Pérez. La perla brasileña a la que acudió para evitar que se produjera otro caso Neymar en el que el Barça le arrebataba el futuro de este deporte.
Dubitativo
Salió como titular ante el Celta --69 minutos-- y desde entonces apenas se le ha visto en el verde. Otros 33 minutos ante el Valladolid y 16 contra el Villarreal. Un protagonismo de más a menos que, posiblemente responde, entre otras cuestiones tácticas, a su bajo rendimiento. Desde el primer momento en que Zidane pisó de nuevo Valdebebas dejó entrever que su predilección por Vinicius era mínima y que mantenía la fe intacta en otros jugadores como, por ejemplo, su intocable Benzema. Por delante del extremo, está el francés como punta, pero tiene otra competencia directa.
Una foto de Vinicius Jr. durante un partido con el Real Madrid / Twitter
James, Isco, Bale o Lucas Vázquez. Todos han sido opciones prioritarias a la del carioca y eso sin contar que Hazard no ha estado disponible desde que se inició la Liga y tampoco Asensio. Con el cambio de dibujo ante el Villarreal (1-4-4-2) el canterano Lucas Vázquez también le pasó por encima. Una situación de que debería preocupar al futbolista, especialmente estos días. Con toda la plantilla disponible podría entenderse como razonable la suplencia del carioca, pero la realidad es otra. Ni con la cantidad de bajas que asolan al Real Madrid, Vinicius ha encontrado hueco en el once inicial. Solo en el estreno liguero y con muy poco protagonismo en el juego.
Una situación que puede convertirse en un problema para Zidane. El carioca no cuenta con los galones de otros pesos pesados del vestuario, pero sí con el apoyo de Florentino Pérez quien abonó por él 45 millones de euros al Flamengo. Vinicius tendrá que trabajar más que el resto de sus compañeros, pero su suplencias constantes podrían suponer otro rompecabezas interno para el técnico galo.
Todo apunta a que las estrellas estarán de regreso para el 14 de septiembre y entonces Vinicius volverá a la realidad. Si con bajas no juega, ¿cuándo lo hará con los nuevos galácticos?