El Real Madrid volvió a pinchar en Liga. Tras el 1-1 en el Santiago Bernabéu contra el Valladolid, este domingo empataron -y gracias- contra el Villarreal (2-2) en el Madrigal. Los de Zinedine Zidane pagaron cara su falta de acierto delante y los errores de la línea defensiva.
Por primera vez en la temporada, el entrenador apostó por dos de los fichajes veraniegos de Florentino Pérez: Luka Jovic y Ferland Mendy. Los focos volvieron a apuntar a los de siempre, a la pésima defensa blanca. Sin Marcelo, el dedo acusador señaló a otros de los intocables.
La defensa, retratada
Los que debían ser los líderes de la defensa quedaron otra vez retratados. Sergio Ramos, Raphael Varane y Thibaut Courtois no estuvieron al nivel y fueron los principales culpables de los goles del submarino amarillo. Aún no se han puesto en modo competitivo y eso se paga caro en Primera División.
En el primer gol, en el minuto 11, Gerard Moreno dejó retratada a toda la defensa blanca. El catalán le arrebató el balón a Ramos en la salida desde atrás y asistió a Ekambi haciendo un caño a Varane. Tras un suave disparo del delantero camerunés, Courtois dejaba el balón muerto dentro del área para que el ex del Espanyol marcara el primero. Un seguido de disparates.
En la segunda parte, el equipo tampoco mejoró. De hecho, cantó toda la defensa. No fueron capaces de alejar el peligro del Villarreal en el 74 y Moi Gómez a pase de Ontiveros ponía el 2-1 en el marcador. Carvajal se quedó rompiendo el fuera de juego y los centrales -especialmente Ramos- se mostraron muy lentos en las coberturas. Solo Bale pudo maquillar el desastre.
Mensaje de Zidane
El entrenador del Real Madrid, Zidane, afrontó las preguntas en rueda de prensa y sobre la pésima defensa comentó que “entramos sin intensidad al partido y entrar fuerte es siempre importante. Pero repito que me quedo con lo positivo, la reacción, porque es importante no perder”.