No hay sitio para el talento de Takefusa Kubo en este Real Madrid de Zidane. El japonés, quien fue uno de los jugadores más destacados de la pretemporada del Real Madrid, no jugará en el Santiago Bernabéu ni tampoco en el Castilla, si no en el recién ascendido Real Mallorca. La imposibilidad de garantizarle minutos y la necesidad de que no se corte su proyección --mucho más prometedora que la de otras vacas sagradas blancas-- ha obligado a Florentino Pérez a tirar de contactos para colocar a una de sus futuras estrellas en Primera División.
Uno de los candidatos era el conjunto de su amigo Ronaldo Nazario, el Valladolid, pero finalmente el japonés ha elegido Mallorca como destino. Una decisión de última hora y que responde a una estrategia de futuro del club blanco y del jugador: conseguir que se adapte lo antes posible al fútbol español de élite.
Falta de nivel
Tras jugar todos los partidos de pretemporada con el Castilla después de regresar por la gira estadounidense con el primer equipo, parece ser que Segunda B no cumple con las expectativas del joven jugador. La prioridad de Zidane era que se curtiera en Segunda junto a Raúl en el banquillo para ascender al primer equipo cuando se creyera oportuno, pero la esperanzas depositadas en el jugador han convencido a Florentino para que viva esa adaptación final en un equipo de Primera.
Una opción que no gustaba a Zidane, pero que finalmente se ha confirmado este jueves. Cabe recordar que el japonés fue una de las opciones para la dirección deportiva del Barça, quien finalmente descartó al jugador por motivos deportivos y económicos dadas las exigencias del jugador.