Cambio radical en la estrategia del Real Madrid por deshacerse de una de las pesadillas del verano: Gareth Bale. El culebrón del galés todavía no ha llegado a su fin y pese al giro dramático de los acontecimientos --de desterrado por Zidane a titular contra el Celta-- su futuro no se esclarecerá hasta que finalice el mercado de fichajes.
Lo que hasta hace una semana era un problema interno para el equipo, el vestuario y la gestión de Zidane con tan solo su presencia y su bajo rendimiento en el lustro que lleva siendo madridista, ahora es casi una bendición. El extremo ha recuperado su mejor forma, despunta, destaca y habría convencido a Zidane para que le diera una última oportunidad.
Una situación inimaginable semanas atrás cuando el técnico francés llegó a asegurar: "Si se puede ir mañana, mejor". Bale ha sido el nombre del verano en Chamartín. Tenía todo hecho para poner rumbo a China pero su negativa de última hora podría ser la vida que le queda en el Bernabéu.
¿Realidad o estrategia?
El escenario ha cambiado completamente para el galés, pero no está todo cerrado. El mercado continúa abierto y el deseo de Neymar Jr. de abandonar París pone al Real Madrid como un posible y firme candidato a hacerse con sus servicios. Mientras Neymar ni se posiciona, ni se aclara sobre su destino predilecto, Florentino habría cambiado de estrategia.
Mientras ahora Zidane asegura que cuenta con el galés y que se quedará, la última bala en la recámara del presidente blanco pasa por revalorizar a un jugador que hasta la fecha ha cotizado a la baja y que tiene cerrado la Premier, la liga en la que mejor cartel ostenta. Bale saltó al verde de Balaídos en el once inicial y de sus botas y desborde salió el primer tanto madridista.
Bale, Jovic y Modric en un entrenamiento del Real Madrid / EFE
Una buena carta de presentación para convencer a sus detractores, pero no suficiente para una directiva que ya le ha visto brillar con demasiada intermitencia y que no confía en que pueda mantener ese nivel toda la temporada.
El intercambio
Florentino estudia las distintas posibilidades que tiene para hacerse con Neymar y la moneda de intercambio de Gareth Bale gana fuerza. Un jugador contrastado, de la misma posición que el carioca, aunque distinta banda, y con un reclamo publicitario enorme. Cualidades que gustan a Nasser Al-Khelaïfi y que maquillarían los daños colaterales de la salida de Neymar dos veranos y 222 millones de euros después.
Bale es la última posibilidad para el Real Madrid de conseguir a Neymar y volver a los terrenos de juego es ahora ya la última estrategia viable.