El Real Madrid llegaba al inicio de Liga con muchas dudas después de una pretemporada desastrosa. Nada había cambiado respecto al curso pasado. El equipo blanco seguía siendo endeble en el apartado defensivo, el centro del campo no tenía ideas y delante solo Benzema mostraba cierto nivel. La actitud también distaba mucho de la deseada.
El desplazamiento de Balaídos era un examen de altura para un conjunto que llegaba en un momento horrendo. Nada hacía presagiar que los de Zidane pudieran vencer con semejante facilidad al Celta en la primera jornada. Los de Concha Espina exhibieron efectividad ofensiva y una solidez defensiva que no se veía desde hacía más de un año.
Los jugadores del Real Madrid celebran el primer gol / EFE
La victoria se logró sin revolución alguna. Jugaron los mismos de siempre, los de la pasada campaña. Con un simple cambio de actitud, el Real Madrid volvió a dar la cara. El rendimiento de Bale, Marcelo, Kroos o Varane en el feudo celtiña fue radicalmente diferente del que ofrecieron en pretemporada. La mejora respecto al pasado curso fue abismal.
303 millones entre la grada y el banquillo
Las vacas sagradas respondieron, pero no deja de ser un problema que ninguno de los cinco fichajes tuviera relevancia en el encuentro. El cuadro blanco se ha gastado 303 millones de euros este verano. Hazard, Rodrygo y Mendy se quedaron en Madrid, lesionados, pero Militao y Jovic sí se desplazaron hasta Vigo... para nada.
El futbolista brasileño ni tan siquiera salió a calentar, pero desde el momento en que se produjo su fichaje sabía que en un primer momento tendría un rol de reserva. En principio su misión es la de añadir competitividad a la zaga y poner en aprietos a Varane y Ramos, pero mientras el francés y el capitán exhiban el nivel del pasado sábado lo tendrá extremadamente complicado.
Escándalo
Más flagrante fue lo de Luka Jovic. Cabe recordar que el Real Madrid pagó 60 millones de euros al Eintracht de Frankfurt para hacerse con sus servicios. Llegó como la revelación de la temporada en Europa, Joao Félix aparte, y apunta a ser uno de los grandes nueves de la próxima década.
Luka Jovic disputa un balón con Pione Sisto / TWITTER
Sus primeros meses en la capital española están siendo preocupantes. No termina de ser del gusto de Zidane y en Balaídos se demostró. Pese a las bajas de Eden Hazard y Marco Asensio, el técnico francoargelino volvió a apostar por el 4-3-3, sistema con el que Vinicius y el descarte Bale también pasan por delante suyo, además de Benzema. El escándalo fue aún mayor cuando Lucas Vázquez entró diez minutos antes que él.
Queda mucha temporada por delante y el serbio tendrá tiempo suficiente para destacar, pero las señales no auguran nada bueno. A juzgar por lo sucedido en Balaídos, Luka Jovic es la quinta opción de Zidane para el ataque ahora mismo. 60 millones de euros para jugar solo diez minutos con el partido decidido.