Han llegado seis nuevos futbolistas, se han marchado otros 11 y el Real Madrid ha gastado 303 millones de euros, pero no ha cambiado nada respecto al anterior curso. Su juego sigue siendo discreto, en muchos momentos la actitud y la intensidad brillan por su ausencia, sigue cayendo ante los equipos grandes y continúa necesitando que Karim Benzema salga al rescate para derrotar a los más modestos.
La entidad de Chamartín llegó al duelo ante el Fenerbahce con un balance de tres derrotas y un empate. En la previa al encuentro, Zidane apuntó que "tenemos un equipazo, solo falta que lleguen las victorias". Y la primera se produjo este miércoles ante el cuadro turco (5-3) gracias a la actuación estelar del delantero francés. El equipo blanco flojeó en defensa y en la construcción, pero el talento del 9 le sirvió para imponerse a un conjunto que creó más peligro del que se podía prever.
Despistes
Como había sucedido solo 24 horas antes en el enfrentamiento contra el Tottenham Hotspur, el Real Madrid saltó al terreno de juego del Allianz Arena como si no tuviera nada que demostrar tras no haber ganado aún ningún encuentro. El Fenerbahce llevó el ritmo del encuentro los primeros minutos y en el 6' Garry Rodrigues se aprovechó de un despiste de Álvaro Odriozola para ganarle la espalda y batir a Keylor Navas.
Álvaro Odriozola en el duelo ante el Fenerbahce / EFE
El gol sirvió para que el Real Madrid despertara. Cómo no, comandado por Karim Benzema, el mejor blanco esta pretemporada. La entidad de Chamartín empezó a acercarse al área contraria, pero el conjunto turco seguía creando peligro gracias a las concesiones de los madrileños y podría haber puesto el segundo en el marcador de no ser por Navas. Tras dos sustos de los otomanos, el 9 se valió de una gran asistencia de Vinicius para anotar el gol del empate.
Un cuarto de hora después, el propio Karim remataba a placer para poner por delante de un partido a los blancos por primera vez en toda la pretemporada (27'). Y cuando parecía que los de Concha Espina podían sentenciar el encuentro, Dirar se aprovechó de los huecos en la banda derecha de Odriozola para empatar de nuevo (34'). Su disparo topó en el cuerpo de los pies de la Real Sociedad y acabó entrando en la portería de Keylor Navas.
Repetición
En la segunda mitad se repitió el guión de la primera. Benzema brillaba en ataque y los blancos hacían aguas en defensa. El delantero francés volvió a adelantar a los suyos en el 53' tras convertir a placer un gran centro de Lucas Vázquez. Pero cuando los turcos tenían el balón, los madrileños seguían siendo demasiado permisivos y en una de estas Tufan se inventó un zapatazo desde la frontal que se coló en la escuadra de Lunin (59').
Tres minutos después, ya sin Benzema, Nacho, a puerta vacía después de que el guardameta desviara un disparo de Mariano, volvió a poner a los blancos por delante en el marcador. Una ventaja que ya no perdió en ningún momento. El Fenerbahce siguió generando peligro y tuvo ocasiones para empatar el encuentro, pero no acertó en la definición. En el 79', Mariano, muy activo tras su entrada en el 60', puso tierra de por medio con el 5-3 definitivo.
Mariano celebra el gol ante el Fenerbahce / EFE
Pasan los meses, los partidos y los jugadores, pero el Real Madrid sigue teniendo los mismos problemas defensivos, en la construcción y de actitud. Su único salvador es Karim Benzema, que ante el desastre parece haber sacado ese carácter que tanto se le pedía en los cursos anteriores.