La operación salida del Real Madrid apenas ha comenzado. Tan solo las ventas de Marcos Llorente, Raúl de Tomás y Kovacic han dejado capital en las arcas blancas, pero la lista de Zidane se amplía hasta 14 jugadores y algunas 'vacas sagradas' que no tienen su continuidad asegurada.
Mientras todos los focos de atención se centran en los jugadores de campo, Florentino Pérez y el técnico francés tienen otro frente abierto de igual o mayor importante: la portería. Tras finalizar una temporada para olvidar, se dio por hecho que Keylor Navas pondría punto y final a su carrera como madridista en detrimento del ascenso de Luca Zidane al primer equipo. Una decisión que el propio Zidane le habría comunicado al tico, pero que todavía no se ha efectuado de forma oficial.
Una de las decisiones a las que ha tenido que ceder el galo es el debate bajo palos: Courtois es el fichaje y la apuesta de la casa y debe ser el portero titular por encima de cualquier otro cancerbero en plantilla. Una opción que convenció a Zidane, conocedor de la inexperiencia de su hijo en la élite y la necesidad de coger confianza y rodaje.
Un escenario distinto
Ahora, dos meses más tarde, todo apunta a que las tornas han cambiado. Si nada sucede en los próximos días, Zidane contará con cuatro porteros para su pretemporada: Thibaut Courtois, Keylor Navas, Luca Zidane y Lunin. Cuatro porteros para una sola posición en el verde y dos candidaturas para las tres competiciones.
Zidane tiene superávit en la delantera y ahora también en la portería. El dilema está claro. Con Courtois como intocable y protegido de Florentino Pérez, el técnico francés debe elegir. Hasta la fecha se daba por hecho que excepto Navas, el resto serían los cancerberos elegidos por Zidane para la gira de pretemporada.
Pero el mercado ha cambiado ese planteamiento inicial. Pese a que Zidane quiere a su hijo en plantilla, la imposibilidad de ofrecerle minutos de garantías ha obligado al técnico francés a proponerle una salida. Al parecer, el meta estaría muy salir cedido a un equipo de Segunda División en busca de minutos. Una salida que aliviaría los problemas de Zidane en esa demarcación y que permitiría a Navas continuar, como suplente y cancerbero de la Copa del Rey, en el Santiago Bernabéu.
El damnificado
Lunin sería el mayor damnificado de esa situación. Se convertiría así en el tercer portero del primer equipo, pero su participación durante la temporada sería casi nula. Pese a su gran temporada, culminada con la consecución del Mundial sub-20 con Ucrania el pasado mes de junio, la convivencia con Keylor le relegaría a la sombra. Una situación que desde el palco del Bernabéu se quería evitar. Keylor se ha convertido en un problema para el resto de compañeros.
Demasiada rivalidad con Courtois y ahora tapona la proyección de Lunin. Una opción que no convence y por la que la Florentino Pérez trabaja, también contrarreloj para encontrar una solución. Si Keylor se queda, Lunin estará obligado, una temporada más, a buscar una meta que defender lejos de la capital.