Por si quedaba alguna duda, la semana pasada Zinedine Zidane y Florentino Pérez dejaron claro que no cuentan con Gareth Bale. Los fichajes de Eden Hazard y Luka Jovic dejan al galés sin sitio en el Real Madrid. Si quiere seguir jugando regularmente no tendrá más remedio que buscar un nuevo equipo.
El entrenador y el presidente le están ayudando. El pasado domingo se supo que ante la imposibilidad de lograr un traspaso la entidad de Chamartín no vería con malos ojos dejarlo cedido en el Manchester United durante uno o dos cursos. No dejaría dinero, pero el club se ahorraría pagarle los 17 millones de euros que componen el salario del galés. No es poca cosa.
No quiere salir
Sabe que no tendrá minutos y que su valor bajará aún más, pero aparentemente es algo que no le importa. Bale no tiene ninguna intención de dejar el Real Madrid el próximo verano. Ya hace meses que su agente, Jonathan Barnett, insiste por activa y por pasiva que su representado es "feliz" en el club blanco y requirió a la dirección deportiva que no le trasladara ofertas.
Una foto de Gareth Bale en un partido con el Real Madrid / EFE
Ahora ha sido el propio futbolista el que ha pasado a la acción. Según informó el diario As, antes de marcharse con su selección el galés solicitó una reunión con los dirigentes blancos. Una vez más, en esta ocasión en primera persona, Gareth les dijo que quería seguir en el Real Madrid y que no pretende escuchar ninguna oferta.
Por si no fuera suficientemente difícil darle salida a un futbolista que esta temporada ha sufrido una bajada de rendimiento alarmante (solo 14 goles y seis asistencias), su decisión de no marcharse aún lo complica más. La cesión al Manchester United es la última bala que tienen Zidane y Pérez para lograr desprenderse de él.
Feliz en Madrid
Por sorprendente que parezca teniendo en cuenta que se trata de un futbolista, Bale actualmente prima más el aspecto personal que el deportivo. En la reunión con el Real Madrid, las razones que dio para quedarse fueron el clima de Madrid, la adaptación de sus hijos y el Real Club La Moraleja, donde puede desarrollar su gran pasión, el golf.
Además, el galés considera que no hay otro club aparte del blanco que pueda pagarle los 17 millones de euros netos que se lleva temporada tras temporada. Para cobrar menos y tener que adaptarse él (y sobretodo sus hijos) a una ciudad nueva, prefiere quedarse en la capital española aunque eso perjudique a su trayectoria deportiva.
Titular en Manchester o suplente en Madrid. Por mucho que el club blanco quiera desprenderse de él, será el jugador el que tendrá la última palabra. Zinedine Zidane y Florentino Pérez están que trinan.