Pitada monumental en el Bernabéu para despedir una horrible temporada del Real Madrid

El Real Madrid dijo adiós a la temporada de la peor manera posible. Ante su gente, en el Bernabéu, con otra pésima derrota contra el Betis que refleja la tristeza que durante todo el curso ha paseado el equipo blanco. No solo por la Liga, también por la Copa y en Europa. 

Los pupilos de Zinedine Zidane cierran un año negro, donde no solo dejaron el casillero de títulos a cero, sino que no han peleado hasta el final por ninguno de ellos. El Barça les saca 18 puntos en Liga a falta de jugar en Eibar. De ganar, ampliaría la diferencia a un margen histórico de 21 puntos. 

Y el Bernabéu castigó al equipo con un pitada monumental. Los aficionados que asistieron al coliseo blanco acabaron negros, de luto, viendo morir los restos de un equipo que conquistó cuatro Champions en cinco años para hacer historia en Europa y del que ahora solamente quedan las cenizas. 

El drama de Navas, Marcelo, Isco, Asensio, Bale...

Keylor Navas se despidió de la hinchada de la peor manera posible, tras encajar dos goles ante los que poco pudo hacer. Marcelo, que tuvo momentos ligeramente inspiradores, se fue diluyendo al tiempo que su edad le condena a saltar del barco. Isco y Asensio, entrando desde el banquillo, simbolizaron la decadencia de todo el equipo y Gareth Bale ni siquiera jugó. Es más, el galés marchó entre risas, como si la cosa no fuese con él. 

Bale se ríe con Isco y Kroos en el banquillo del Real Madrid / EFE

Bale se ríe con Isco y Kroos en el banquillo del Real Madrid / EFE

La situación con el expreso de Cardiff es la más tensa. Zidane no lo quiere, Florentino Pérez no encuentra comprador y Bale no se quiere ir, consciente de que tiene uno de los salarios más elevados de Europa. 

La inversión más grande en fichajes 

Tampoco jugó Toni Kroos, otro de los futbolistas que sale malparado en este final de curso y que huele a despedida. El dispendio que tendrá que efectuar Florentino Pérez para arreglar este desastre amenaza con ser la inversión en fichajes más grande de todos los tiempos. 

Uno de tantos quebraderos de cabeza para la cúpula blanca, desesperada viendo que ni Lopetegui, ni Solari ni el propio Zidane fueron capaces de enderezar el rumbo de un equipo que ha muerto de éxito.