Quién le iba a decir a Florentino Pérez que Zinedine Zidane no solo no iba a mejorar a Lopetegui y a Solari, sino que iba a hacer que parecieran buenos. Cuando el francoargelino cogió las riendas del Real Madrid, los blancos estaban a 12 puntos del FC Barcelona y a cinco del Atlético de Madrid. Ocho jornadas después, el cuadro de Chamartín está a 18 de los azulgrana y a nueve de los colchoneros.
La situación se agravó aún más con la derrota en el Estadio de Vallecas (1-0). El Rayo Vallecano, mucho más necesitado de puntos debido a que debe intentar buscar el milagro de la permanencia, salió a morder desde el primer minuto y se comió al conjunto blanco, que lo único que hace es contar los días que quedan para que acabe la temporada.
Un solitario gol de Embarba desde el punto de penalti en el 23' sirvió para hundir un poco más a Zinedine Zidane. Su equipo se muestra más o menos efectivo en casa, pero como visitante es un desastre: en cuatro desplazamientos, ha cosechado dos empates (ante Leganés y Getafe) y dos derrotas (contra Valencia y Rayo Vallecano).
Sin Benzema no son nada
Parecía complicado dado el nivel, pero ante los franjirrojos el conjunto blanco cuadró uno de los peores partidos de la temporada. No pudo jugar Benzema, con problemas físicos en el bíceps femoral, y los de Chamartín lo notaron. Criticado en anteriores campañas, el galo era el único futbolista que estaba dando la cara en este tramo final del curso.
La actuación del Real Madrid en el Estadio de Vallecas fue esperpéntica. El cuadro de Zidane estuvo muy permisivo en defensa, no tuvo claridad en el centro del campo ni tampoco acierto en los metros finales. Fue el Rayo quien dominó durante los 90 minutos, y solo Thibaut Courtois impidió que la derrota fuera aún más dolorosa. Realizó una gran intervención en un mano a mano con Pozo en el 16', pero no tuvo nada que hacer en el penalti infantil que cometió Vallejo y transformó Embarba.
Embarba celebra su gol frente al Real Madrid / EFE
El conjunto blanco intentó reaccionar en la recta final de la primera mitad, pero fue un espejismo. Mariano, el encargado de sustituir a Benzema, desaprovechó las pocas ocasiones que tuvo. Su único acierto de cara a puerta fue una fenomenal vaselina con la que batió a Alberto, pero la jugada había sido anulada por fuera de juego.
En la segunda mitad el Rayo tomó el control definitivo y pudo ampliar la ventaja. De nuevo Courtois, que volvió a la titularidad, fue el único que pudo evitarlo. Primero, despejando un centro-chut de Embarba en el 52', y unos instantes después, solventando sin problemas un fuerte disparo de Bebé desde la frontal del área. Con el paso de los minutos, los franjirrojos se limitaron a atar el encuentro y el Madrid, a esperar que terminara.
Y sin RDT
Las horas previas al derbi madrileño estuvieron rodeadas de polémica debido a la ausencia obligada de Raúl de Tomás. El delantero, que es la principal y única referencia ofensiva de los de Vallecas, es también propiedad del Real Madrid, que cuando lo cedió al Rayo le puso la famosa cláusula del miedo, por la que un futbolista no puede jugar contra el club al que pertenece.
Raúl de Tomás celebrando uno de sus goles contra el Celta / EFE
Un gesto feo, sin duda, teniendo en cuenta que los franjirrojos están luchando por la permanencia y los de Chamartín ya no se juegan nada. Por suerte para los de Paco Jémez, el nivel que exhibió el cuadro blanco les permitió lograr una sufrida victoria que les sirve para poder seguir luchando por la permanencia.
En el césped del Estadio de Vallecas se observó, una vez más, que el fútbol no depende tanto de los nombres sino de la actitud. El Rayo estuvo metido en el partido desde el primer hasta el último minuto. El Real Madrid, en cambio, volvó a mostrar apatía, falta de ideas, de creatividad y de interés. Y eso, aunque ya poco importe para ellos, se paga.