Zidane tiene trabajo por delante. Sostiene su discurso inicial: no tiene ni idea, aparentemente, de quienes serán los sacrificados del Real Madrid, pero está claro que serán más de los esperados. No habrá excepciones ni indultos para una temporada que roza el delito para un club con el presupuesto y las expectativas del Madrid.
Una revolución total de la que Florentino Pérez ya está convencido y que traerá muchas caras nuevas al Santiago Bernabéu. Dorsales de renombre que, además, no serán especialmente económicos. Por ello en Concha Espina están obligados a vender y a desprenderse de sus estrellas. Hacer caja para que lleguen nuevos talentos llenos de ambición y sin conformismos.
Hay que hacer caja y hay nombres con un cartel internacional por el que no se perderá el tren ni en el caso de la primera vez, ni los que repiten escenario un verano después.
La lista
El primero es Gareth Bale. El galés está sentenciado. Desde la capital apuntan que en el club blanco incluso estudian una posible cesión, pero la necesidad de deshacerse de un jugador apático y con un rendimiento deplorable es una urgencia irrefutable. Bale dejaría alrededor de 70 millones de euros en unas arcas que de no llenarse con salidas, quedarán tiritando ante la inversión que se avecina.
Una foto de Gareth Bale durante el partido ante el Eibar / EFE
El jugador no pondrá facilidades --dado su sueldo y su comodidad en el vestuario blanco-- pero se acabó vivir del cuento. De esa lista que encabeza se sumará otro delantero. Benzema es intocable. Llegará otro nueve, pero el francés continuará en el Bernabéu y con motivos. Ha sido el único que ha estado a la altura durante gran parte de la temporada. Con Vinicius Jr. también como intransferible, la dudas se ciernen sobre Lucas Vázquez --quien gusta pero sabe que con Zidane tendrá menos oportunidades-- Marco Asensio --muy alejado del nivel mostrado la temporada pasada-- y Mariano, quien colecciona casi todas las papeletas.
El centro del campo, en reformas
Dos salidas ofensivas, y también dos salidas en la medular. Una zona del campo que han tripolizado durante la última década Casemiro, Kroos y Modric, pero que todos están en el punto de mira. Todos tienen buen cartel internacional, especialmente el croata, y si figura en el verde ya no es indispensable. Dos ventas que dejarían una buena cifra a las que se podría sumar la salida de Ceballos o Llorente.
Una foto de Kroos, Modric y Casemiro durante un partido del Real Madrid / Twitter
También está en el aire Isco. La llegada de Zidane ha frenado una salida cantada, pero todo está por decidir con un jugador que nunca ha acabado de exprimir su fútbol vestido de blanco.
Será un rompecabezas de difícil elección que estará totalmente condicionado por el precio que ofrezcan los interesados. Una estrategia similar a la que se vivirá en defensa. Sergio Ramos y Dani Carvajal serán los únicos que salven su dorsal, mientras que el resto están en el aire. Varane amenaza con querer salir, pero el resto se aferra a la misericordia de Zidane. Marcelo y Reguilón están en la cuerda floja con las llegada de Eder Militao y quizás Firpo.
La gran disputa
Y con los grandes referentes del equipo tambaleándose, la portería será el culebrón del verano. Zidane reconoció en rueda de prensa que todo puede pasar respecto a la que concierne bajo palos. Florentino es muy reacio a la venta de Courtois, tan solo un año después de su llegada, pero la confianza del galo en Keylor es firme y la proyección de Luca Zidane condena a uno de los dos cancerberos.
Tampoco se olvidan de los cedidos. Kovacic, Odegarrd, Raúl de Tomás, Mayoral, Theo... Se escucharán ofertas por todos ellos ya que parece que el técnico francés tampoco cuenta con ellos.