Zinedine Zidane es la gran esperanza del madridismo para que el Real Madrid vuelva a ser el mejor equipo de Europa. El francoargelino volvió al banquillo del Santiago Bernabéu menos de un año después de dejarlo, cuando peor estaba el equipo y con la necesidad de hacer esa limpieza de vestuario que él mismo no quiso asumir el verano anterior.

¿Por qué ahora y no un año antes? Teniendo en cuenta que la situación era extremadamente delicada y que igualar su primera etapa es prácticamente imposible, el cambio de parecer solo se entiende teniendo en cuenta las condiciones que puso para regresar: plenos poderes a la hora de decidir salidas y llegadas y no tener presiones a la hora de confeccionar alineaciones.

Zinedine Zidane en una rueda de prensa con el Real Madrid / EFE

Zinedine Zidane en una rueda de prensa con el Real Madrid / EFE

Pero la condición más especial era de tipo familiar. Zidane requirió que su hijo Luca, guardameta hasta entonces del Real Madrid Castilla, tuviera mucha más importancia en el primer equipo y se convirtiera en el tercer portero. El francoargelino siente auténtica devoción por su hijo y va a protegerlo a toda costa. Lo hizo en su primera etapa y lo volverá a hacer en la segunda.

Cargándose enemigos

Por eso, Zinedine Zidane apartará del camino a todos los enemigos de Luca. El primer sacrificado será Andriy Lunin, guardameta ucraniano de tan solo 20 años por el que el Real Madrid pagó ocho millones y medio de euros el pasado verano. Cedido actualmente en el Leganés, todo indica que la temporada que viene deberá buscar otra cesión.

La protección a su hijo no solo se limita a sus competidores. Ya en su primera etapa, todos los futbolistas del filial que habían tenido un conflicto con el portero (o con otro de sus hijos) apenas contaban para Zizou y no subían a entrenar con el primer equipo. 

Una foto de Luca Zidane durante un calentamiento con el Real Madrid / RM

Una foto de Luca Zidane durante un calentamiento con el Real Madrid / RM

En cambio, el francoargelino recompensaba a todos aquellos futbolistas que tenían una gran relación con sus hijos Enzo Luca. Conocía a todos los canteranos de su estancia en el Castilla, pero fueron Tejero Achraf los dos jugadores que tuvieron más oportunidades.

Titular

Zizou no esperó para alinear a su hijo. En el segundo partido tras su regreso, frente al Huesca en el Santiago Bernabéu, el arquero francés fue titular. El técnico del Real Madrid justificó la presencia de su hijo en el once por la lesión de Thibaut Courtois y con la excusa de que Keylor Navas acababa de regresar de un largo viaje con su selección.

En ese encuentro, aunque los de Chamartín recibieron dos goles, Luca completó una buena actuación. Es probable que Zidane esté en lo cierto, su hijo puede valer como tercer arquero del equipo blanco. Pero eso no justifica algunas de las decisiones que toma para que su vástago esté más cómodo.