Era cuestión de tiempo que el Santiago Bernabéu explotara. Aunque la temporada del Real Madrid había sido desastrosa, la afición blanca había tenido paciencia con los suyos, probablemente con las tres Champions consecutivas en la memoria. Pero ahora ya no hay Copas de Europa que valgan delante de las malas actuaciones del conjunto de Zidane.
Ahora los seguidores ya no se callan nada, y expresan todo lo que sienten cuando acuden al feudo de Chamartín. Todo empezó en el partido contra el Eibar, cuando el efecto Zidane ya se había diluido. Frente al cuadro vasco, los aficionados prefirieron quedarse en casa que acudir al estadio para sufrir viendo a su equipo de nuevo.
Señala y respalda
Dos semanas después, en el encuentro frente al Athletic Club, la afición seguía crispada y aprovechó la más mínima excusa para empezar a pitar. Primero, en el 40', tras una larga posesión de los leones. Pero cuando de verdad se desahogaron los seguidores blancos fue cuando entró Gareth Bale al césped.
Gareth Bale en el Real Madrid - Atheltic Club / EFE
El galés es el gran señalado del madridismo. No le perdonan su pésima temporada y que no haya sido capaz de ponerse el equipo a la espalda tras la salida de Cristiano Ronaldo. Le pitaron cuando saltó al verde y cuando tocó su primer balón. El ensañamiento con el delantero cesó con el paso de los minutos, y los pitos se convirtieron en aplausos cuando intentó una vaselina que estuvo a punto de colarse entre los tres palos.
Mientras Bale se lleva los pitos, los aplausos son para Isco. El malagueño entró al terreno de juego el mismo minuto que el galés y el Santiago Bernabéu lo recibió como a una estrella, aunque su temporada ha sido tan discreta como la del 11. Pero la afición blanca, quizás por el maltrato al que le sometió Solari, le ha dado una segunda oportunidad.
Zidane no lo entiende
La diferencia de trato a un y otro futbolista llamó la atención de Zidane, que mostró su sorpresa en la rueda de prensa posterior al encuentro frente al Athletic Club: "Me hubiera gustado que Bale marcara hoy. Del resto no me voy a meter, pero no entiendo que le piten y aplaudan a Isco".
Una foto de Isco Alarcón durante un partido del Real Madrid / Instagram
Los abucheos y los aplausos del Santiago Bernabéu se pueden entender de cara al próximo verano. Ninguno de los dos parece tener sitio en el once con Zizou, pero la afición lo tiene claro: quiere a Gareth Bale fuera del Real Madrid y desea que Isco se quede. La opinión de la gente es respetable, pero al final quien decidirá será Florentino Pérez.