Cuánto le debe el Real Madrid a Karim Benzema. Por enésimo partido consecutivo, el galo volvió a ejercer de salvador de un conjunto blanco que solo cuenta los días que quedan para que finalice la temporada. En medio de la desidia y la apatía, el delantero, criticado por estos mismos motivos en temporadas anteriores, es el único futbolista que demuestra cierto honor y orgullo.

Después de una primera parte para el olvido, Benzema volvió al terreno de juego tras la reanudación con la intención de agitar el encuentro. Y lo logró. Abrió la lata en el 47' con un testarazo que no acertó a atrapar Herrerín. El gol del galo espoleó a un Real Madrid que tímidamente fue a buscar el segundo gol.

Benzema celebra el tercer tanto logrado ante el Athletic Club / EFE

Benzema celebra el tercer tanto logrado ante el Athletic Club / EFE

Y lo logró en el 76', con la inestimable colaboración de Herrerín. El arquero del Athletic Club erró en la salida, no capturó el centro de Modric Benzema, otra vez, solo en el segundo palo, convirtió a placer. El guardameta vasco también ayudó en el tercer tanto tras rechazar horrorosamente mal. De ello se aprovechó Bale, que se la cedió al galo para que marcara a puerta vacía y culminara su hat-trick (3-0).

Muchas interrupciones

Los espectadores que se trasladaron al Santiago Bernabéu deben estar eternamente agradecidos a Karim Benzema. Fue el único que puso algo de espectáculo a uno de los peores partidos de la temporada. El duelo estuvo trabado y apenas ritmo competitivo. No sería exagerar decir que fue un encuentro aburrido, feo o, como mínimo, poco atractivo.

En el primer tiempo hubo más interrupciones que ocasiones. Cuando no era un futbolista del Athletic Club, era uno del Real Madrid el que estaba tendido en el suelo. A cada minuto que pasaba el encuentro era cada vez más pausado. Tanto, que la primera ocasión de la tarde llegó en el 42' tras un remate de cabeza de Raúl García que no tuvo problemas en atrapar Keylor Navas.

Los goles de Benzema provocaron que la segunda mitad fuera algo más atractiva. Si bien ambos equipos seguían tan poco acertados como en la primera mitad, hubo muchas menos interrupciones. El partido se animó tarde, a partir del 80', con el Athletic a tumba abierta y el Real Madrid disfrutando de los espacios. 

Asensio se reivindica

Benzema aparte, otro de los nombres destacados del encuentro fue Marco Asensio. El mallorquín, sabedor de que cuenta con la confianza de Zidane, va a más semana tras semana. Lo intentó, desequilibró y fue de los pocos futbolistas que rompió la monotonía. Encontró el premio a su buen partido con la asistencia que le sirvió al para que transformara el primer gol blanco.

Asensio celebra con Benzema el primer gol del Real Madrid / EFE

Asensio celebra con Benzema el primer gol del Real Madrid / EFE

Se reivindicó también Marcelo, que fue el socio perfecto para el 20 en la banda izquierda del ataque del Real Madrid. Estuvo correcto en defensa y muy incisivo en ataque, moviéndose por dentro y por fuera indistintamente. También destacó por el lado zurdo Brahim, que entró en el 83' sustituyendo a Asensio. Agitó los últimos instantes del partido y solo Herrerín evitó que marcara su primer gol como madridista tras una gran jugada individual.

Señalados

En el lado contrario de la balanza estuvieron Gareth Bale Isco Alarcón. El galés encadenó su segunda suplencia consecutiva y cuando saltó al terreno de juego volvió a estar muy discreto. En más de 20 minutos apenas participó y solo tuvo una ocasión. El galés tiene los días contados, por suerte para el Real Madrid. Cada partido que juega su valor de mercado baja. 

Tampoco estuvo demasiado acertado el 22, que desaprovechó el primero de los seis encuentros que le quedan para convencer a Zidane. Entró en el 70', como Bale, y tuvo muy poca incidencia en el juego. 

Para el Real Madrid lo más importante es que ya solo quedan cinco encuentros para que termine esta fatídica temporada. Gracias a Benzema están salvando el honor y acabarán terceros en la Liga. Una posición pobre, pero que podría ser peor si no contaran con el galo.