El Ajax es la sensación de Europa. El equipo revelación que ha conseguido eliminar de la Champions League al vigente campeón, el Real Madrid, y también a la Juventus de Cristiano Ronaldo en una remontada épica en tierras italianas. Una eliminación, con remontada incluida, que dejó a Cristiano fuera de su competición predilecta.

La competición europea fue el motivo por el que la Juventus fichó al portugués, pero ni tan siquiera sus dos goles --uno en la ida y otro en la vuelta-- fueron suficientes para que la Vecchia Signora pasara a semifinales ante un equipo de menor experiencia, pero con un fútbol exquisito. Los holandeses dieron un baño táctico y físico al conjunto de Allegri que vio desde la banda como su equipo se desmoronaba por minutos. 

Una eliminación difícil de digerir, dado el favoritismo de la Juventus, tanto para el club italiano como para Cristiano Ronaldo. Su ausencia en semifinales, con la temporada casi acabada y solo el Scudetto como título asegurado, le aparta del podio del Balón de Oro. Un trofeo individual al que Messi, con su recital ante el Manchester United --y a falta de ver qué ocurre ante el Liverpool-- es hoy por hoy el principal candidato a recuperar el trono. 

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Una situación que no gusta a Cristiano y de la que fue totalmente consciente tras el pitido final. Fuera de la Champions y sin opciones al Balón de Oro, el portugués volvió a las andadas. Mismo caráctrer que había mostrado en temporadas pasadas en el Real Madrid cuando los blancos eran incapaces de superar al Barça y otros equipos. 

Enfados, gestos inoportunos y desmanes que evidencian su ambición, pero cuestionan su compañerismo. Un carácter que hasta ahora había escondido en Italia pero que salió a la luz tras el K.O europeo. Tras finalizar el encuentro y mientras los holandeses celebraban en el verde del estadio su clasificación, el 7 bianconnero se dirigió a los vestuarios pasando por los banquillos donde se encontraba AllegriBernardeschi

No fue una recriminación particular, pero la expresión fue clara: "Nos hemos cagado". Llevándose la mano al trasero y mirando a su entrenador y compañero, las imágenes se han hecho virales en las redes sociales. 

Un gesto que no ha gustado a la hinchada y que muestra, de nuevo, la faceta más individualista de CR7.