La limpieza de Zinedine Zidane es vox populi en la capital y tema de controversia en el vestuario del Real Madrid. Todos son conscientes de que el técnico francés prescindirá de más de un peso pesado del vestuario, pero todavía desconocen cuáles son los descartes. El caso de Gareth Bale es claro, pero Zidane tendrá que lidiar con muchas presiones e indecisiones para confeccionar la nueva plantilla.
t, a esos rumores se ha sumado Toni Kroos, una de las leyendas blancas y artífice del triunfo blanco de los últimos años que no ha vivido su mejor temporada en el Santiago Bernabéu. Ha sido objeto de duras críticas por su bajo rendimiento sin Modric y Casemiro al lado y su poco incidencia en el juego ofensivo del equipo. Para muchos tan solo queda el guante que lleva pegado a la bota, pero poca imaginación para generar peligro y encontrar espacios.
La salida de uno o dos centrocampistas deberá producirse para que dejen hueco en el vestuario a los nuevos galácticos. Eden Hazard, Erikssen o Paul Pogba son firmes candidatos a un puesto en Concha Espina que ahora ocupa el alemán. Su salida, a sus 29 años, dejaría en las arcas blancas un montante considerable para financiar otras incorporaciones con mayor ambición.
Presiones y desmentidos
Desde el club que preside Florentino Pérez no se han pronunciado respecto a una posible salida, pero detrás de los focos se reconoce la posibilidad de dar puerta al bávaro. Su temporada ha sido nefasta y tras cinco temporadas en la capital creen que su ciclo ha finalizado, especialmente si se pretende renovar la medular con nuevas caras.
Unas informaciones procedentes de Madrid que el propio jugador se ha encargado de desmentir a través de su cuenta personal de Twitter.
El jugador alemán se hizo eco de la información publicada por As este jueves. Una práctica poco habitual entre los futbolistas ante los constantes rumores de la prensa sobre salidas y entradas en los grandes clubs europeos.
La estrategia
Mientras todos esperan que termine la temporada, Zidane tendrá que lidiar con las informaciones filtradas y la rumorología. Las palabras del rotativo aseguran que es el propio jugador quien medita su salida, pero mientras el desmiente esa postura, no se descarta que sea el propio club quien inicie las presiones para forzar una salida pactada.
Su cartel en Europa, especialmente en la Bundesliga, es muy tentador y la necesidad de Florentino por ganar títulos no le obliga a no tener piedad a la hora de tomar decisiones. Otro lío más para Zidane hasta que acabe la temporada.