Gareth Bale no deja de acumular problemas en el Real Madrid. Sus días en Chamartín, por mucho que le pese, están contados. Zinedine Zidane tiene claro que no cuenta con el galés para la próxima temporada y su bajo rendimiento tampoco colabora a que el técnico francés cambie de opinión.
Una decisión ya tomada que ha dolido a Florentino Pérez, uno de sus principales defensores, pero que es una realidad innegable: no ha asumido los galones que se esperaban de él tras la marcha de Cristiano Ronaldo y su rendimiento es excesivamente bajo para un jugador de su calidad.
La afición tampoco está contenta y ya no calla, no espera. Le silba y le castiga públicamente sin esconderse. Bale es, hoy por hoy, una inversión de 100 millones de euros que saldrá de Chamartín sin pena ni gloria, pese a los títulos conquistados, y que pondrá fin definitivo a la BBC donde solo Benzema parece que mantendrá el puesto.
El precio
El trabajo se focaliza en estas semanas en encontrar un nuevo destino para el jugador. Pretendientes no le faltan, especialmente en la Premier League, pero con una cotización deportiva tan a la baja, muchos esperan encontrar la ganga del verano con la compra del galés.
Bale se ha devaluado con el paso de los años, las lesiones y una última temporada de blanco para olvidar. Aun así, Florentino espera poder sacar el máximo rendimiento económico a uno de sus galácticos y ya ha puesto precio de salida al extremo: 70 millones de euros. Una cifra muy por debajo de sus pretensiones económicas, especialmente si quiere financiar otras llegadas, pero muy alejada de la realidad. Solo su nombre y su currículum avalan una cifra de esas dimensiones.
Bale lamenta una ocasión fallada con el Real Madrid / EFE
Un precio que solo algunos grandes de la Premier podrían abonar y que contrasta con la voluntad del jugador. No quiere abandonar la capital y su agente, Jonathan Barnett, ya lo ha expresado públicamente: "Gareth no está pensando en regresar a Inglaterra".
En desacuerdo
El jugador quiere continuar, pero en las oficinas del Bernabéu solo ven la Premier como posible mercado de venta. Su valor ha caído en picado. De los 95 millones que ostentaba la temporada pasada, la falta de minutos, gol y continuidad le han condenado a bajar varios escalafones hasta llegar a los 70 'kilos'.
Una imagen de Gareth Bale en el banquillo durante el último Madrid-Barça / EFE
Una operación salida que perjudica seriamente los planes de Florentino. Sus gestos en el vestuario y en el club han cansado a una directiva que no se deshizo de él por la repentina espantada de Cristiano Ronaldo y que ahora ven como han perdido en apenas siete meses, 30 millones de euros, según el valor que tenía la temporada pasada. Más allá del precio, el nuevo rompecabezas de Florentino será encontrarle un equipo.