A Zinedine Zidane se le acumulan los problemas. Ni tan siquiera su flor ha podido tapar --como ocurrió en las anteriores temporada con la Champions League-- las carencias deportivas de un equipo que no responde ni tan siquiera a los métodos de una leyenda madridista.
El efecto Zidane ha durado tres partidos. Una suerte que debió acabarse ante el Huesca, pero que la calidad de Benzema, su protegido, tapó antes de tropezar estrepitosamente frente al Valencia. El técnico francés dejó atrás las rotaciones y las pruebas para medirse al conjunto de Marcelino y ni así pudo superar a un bloque que ha puesto la quinta para colarse en puestos europeos para la próxima temporada.
Los señalados
La gestión de Santiago Solari no fue buena, pero no todo puede recaer en el técnico argentino y su afán por dar oportunidades a la cantera y matar a las vacas sagradas. Muchos de esos jugadores ya no están a la altura ni al nivel demostrado temporadas atrás, y guste o no -- a razón de 12 millones de euros por temporada-- le ha tocado lidiar con una limpieza de vestuario más que urgente. Y no será fácil porque en su poder está acabar con la carrera de blanco de más de un supuesto intocable.
El partido frente al Valencia sentenció, señaló y condenó a más de uno a la guillotina de Valdebebas. A quedarse sin taquilla la próxima temporada, y pese a que la revolución será sonada, obligará a Florentino Pérez a un dispendio impensable, similar al ahorro que ha tenido estas últimas temporadas sin traer a nuevas estrellas a la capital.
Los señalados
Son cinco jugadores fundamentales en el esquema de un Madrid que ya no juega a nada. Su remplazo no es barato, pero no hay otra. Apenas han dado síntomas de mejora y tantos meses sin rendir al máximo nivel acabarán por llevarse a más de uno. Se trata de Kroos, Modric, Casemiro, Asensio y Marcelo. Todos con sus respectivos casos abiertos y con sus pros y contras a favor.
Mientras Modric se resguarda en su Balón de Oro y en ser el único que organiza la medular, ha perdido esa pegada que le caracterizaba. Ni asiste, ni marca y la ausencia de buenos socios le deja en evidencia.
Una foto de Luka Modric y Varane lamentándose de uno de los goles del Madrid-Ajax / EFE
Unos buenos socios que antaño fueron Casemiro y Kroos, y que hoy, son apenas compañeros con los que no fluye la sintonía ni tampoco el balón. Marcelo, es uno de los preferidos de Zidane, pero a su nivel actual, al galo se le acabarán las excusas y las coartadas.
El único con posibilidades de salvarse es Marco Asensio. Su falta de continuidad puede convertirse en un argumento para salvar los muebles en la casa blanca así como también su edad. Factores que juegan a favor del mallorquín, pero que no le aseguran una continuidad de blanco.
Acabados
Difícil escenario para cinco intocables, pero peor pinta para dos piezas fundamentales de Zidane que tendrá que sudar sangre para mantener sus dorsales intactos: Bale e Isco. Dos grandes jugadores que firmaron otro partido pésimo. Apenas contaron con 26 minutos de juego, pero no mejoraron la cara de un Madrid dominador pero sin pegada. Fueron el doble recurso de Zidane ante la consistencia defensiva de los blancos, pero ni su calidad ni su despliegue ofensivo pudo cambiar el rumbo de un partido que estaba sentenciado.
Isco y Zidane en una imagen de archivo / EFE
Salieron tocados y recuperaron ese cartel de 'En venta' que se les colgó en la era Solari. Y con razón. Zidane acudió a ellos como revulsivos frente a un rival de entidad y con un guión claro y se vieron igual o más sobrepasados que sus compañeros. Algo que también afectó seriamente a Raphael Varane.
El francés formó dupla con Sergio Ramos en defensa, y si está meditando abandonar la disciplina blanca, no parece que nadie vaya a ponerle ningún impedimento. El compatriota de Zidane parece más centrado en aclarar donde está su futuro deportivo que en defender el escudo que le paga actualmente. Florentino lo tiene claro: es el traidor. Uno de los pocos que se salvaba de la quema y que acabará saliendo de todas formas.