Florentino Pérez tiene la papeleta del banquillo resuelta hasta 2022. Al menos esa es la idea del mandatario blanco después de recuperar a Zinedine Zidane para liderar al equipo para las próximas tres temporadas. Un retorno más que esperado que no fue fácil, pero que tampoco será eterno.
Con el técnico francés como principal esperanza para la próxima temporada, en el Real Madrid ya se piensa en un futuro no inmediato, pero no muy lejano. La estrategia es clara: dejar de invertir en entrenadores contrastados y de gran inversión económica en detrimento de exjugadores conocedores de la casa y que hayan triunfado de blanco.
Una larga lista en la que están exjugadores como Raúl González o Guti, pero en el que también se ha colado Xabi Alonso. El guipuzcoano obtendrá el título de entrenador profesional al finalizar esta temporada y pese al paso de los años la percepción y la admiración por su figura no han cambiado en Chamartín, como tampoco en la afición.
Cogiendo experiencia
Xabi Alonso fue uno de los intocables del centro del campo blanco y de la selección española durante su etapa en activo, así como también en su posterior paso por las filas del Bayern de Munich. Una pieza fundamental para cualquier entrenador en el centro del campo con una visón de juego, entrega y jerarquía envidiables.
Algo que hasta la fecha ha sabido trasladar al Infantil A del Real Madrid, equipo que dirige actualmente, y con el que se ha proclamado campeón de liga a falta de tres jornadas para finalizar el campeonato. En Concha Espina quieren que el segundo legado de Zidane --que todavía está por ver cuál será-- lo recoja otra insignia de la casa y así sucesivamente.
Una foto de Xabi Alonso durante un partido del Infantil A del Real Madrid
Una etiqueta en la que Alonso gana enteros y que podrá ejercer de forma profesional en los próximos meses. Sin duda, será un candidato al banquillo del Santiago Bernabéu una vez Zidane dé por finalizada su segunda etapa como técnico blanco. No hay prisa, pero su candidatura es ya una realidad.