Sergio Ramos fue uno de los protagonistas de la eliminación del Real Madrid contra el Ajax de Ámsterdam. Los holandeses pasaron por encima de los blanco, les destaparon todas las vergüenzas y les dejaron fuera de cuartos de final (4-1) de la Champions League.
El capitán estaba convencido del pase y forzó la tarjeta amarilla en el partido de ida (1-2). Después del partido el de Camas reconoció haber forzado la tarjeta, hecho que castigó la UEFA con otro partido de sanción. En la vuelta vio en su palco privado la eliminación de su equipo mientras le rodaban un documental que se podrá ver en Amazon Prime.
Un ejemplo que los más jóvenes no deberían seguir. El capitán se borró antes de la vuelta e infravaloró a su rival. Algo que nunca se debe hacer. Fue la culminación de las semanas negras de los blancos: eliminados de la Copa del Rey y de la Champions y muy lejos del Barça en Primera División.
Polémicas declaraciones
En Madrid no pasaron desapercibidas las polémicas declaraciones del capitán andaluz. “Animaré como un ultra más desde la grada”, dijo después del partido de ida. Le echan en cara que iguale el término “ultra” al de “hincha” en un momento en que el tema está más caliente que nunca.
Aunque muchos clubes nieguen la existencia de aficionados radicales violentos siguen existiendo. El Barça tiene problemas con los Boixos Nois, como el Atlético con el Frente Atlético o el Madrid con los Ultra Sur, entre otros muchos. Desde la capital se pide que no normalicen los aficionados violentos en un momento en que están más activos que nunca.