Hostilidad total en Valdebebas. La eliminación de la Champions League ante el Ajax ha dejado al club blanco muy tocado y la plantilla sabe que está en el punto de mira de todos: la afición, staff técnico, la directiva e incluso, entre compañeros. Todos son conscientes que ninguno ha estado al nivel que se esperaba, pero algunos han asumido la culpa con mayor responsabilidad y otros se han escabullido de sus obligaciones desde hace semanas.
Tras la conjura de vestuario, liderada por Sergio Ramos y demandada por Florentino Pérez, para competir el resto de partidos que quedan del campeonato doméstico e intentar arrebatar la segunda plaza al Atlético de Madrid. Con el ridículo objetivo en mente, no está el horno para bollos.
Algunos, dada su situación y su carácter, se toman el escenario que se viene con mayor humor como Marcelo. Siempre alegre y además, despegado del club por las suplencias a las que le ha condenado Solari. Los ánimos han sido más tensos de lo habitual esta semana, y ejemplo de ello fueron Sergio Ramos y Marcelo durante el entrenamiento del sábado.
Enfrentados
Ambos capitanes acabaron el entrenamiento disputando un partidillo en distintos equipos. El equipo del brasileño, según informa MARCA, se alzó ganador y el lateral celebró con énfasis la victoria. Una actitud que el capitán le recriminó. Ambos intercambiaron palabras. Marcelo defendía su derecho a alegrarse por la victoria y en mantener su comportamiento habitual, mientras que el andaluz no disimuló su enfado.
Sergio Ramos abraza a Marcelo aliviado tras marcar el segundo gol al Viktoria Plzen / EFE
Algunos compañeros mediaron entre ellos, y finalmente todo quedó en un desencuentro de compañeros en el que prima la amistad que comparten desde hace más de una década. Es evidente que la eliminación en la competición europea está pasando factura al equipo y ha tensado los nervios.