La caldera del Bernabéu quedó destemplada en el clásico
Los aficionados merengues acudieron a la cita pero se fueron más que decepcionados con la actuación de su equipo
27 febrero, 2019 23:28En la mañana del miércoles Sergio Ramos, capitán de los blancos, pedía a su afición que les llevara en volandas a la final de la Copa del Rey en el Benito Villamarín de Sevilla. El resultado no fue el esperado por los espectadores del Santiago Bernabéu. Tras una primera parte muy igualada y varias ocasiones desaprovechadas de los merengues, el Barça conseguía marcar tres goles y dejarlos sin copa.
Como es habitual en las grandes ocasiones Chamartín no decepcionó. “Por una noche mágica”, decía el 4 blanco en redes sociales y compartía un emocionante vídeo resumen de las grandes ocasiones. Y la afición no falló a la cita de su capitán y líder del equipo.
Miles de personas decepcionadas con su equipo
Miles de personas acompañaron al bus del equipo en su llegada al feudo madridista. Ya en el calentamiento el campo rugía como es poco habitual. Querían convertir su estadio en un fortín pero no contaban con la conexión entre Ousmane Dembelé y Luis Suárez. Tres goles que silenciaron a los aficionados blancos.
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— Real Madrid C.F. (@realmadrid) 27 de febrer de 2019
El mismo Real Madrid anunció días antes que no quedaban más entradas a la venta. Se habían agotado las localidades para la vuelta de semifinales del clásico copero. Unas 81.000 almas vibraban y gritaban con su equipo. Incluso hicieron un tifo que les recordaba el objetivo: “A ganar”. Pocos podían pensar que los únicos que sonreirían serían los más de 250 blaugranas desplazados al campo rival.
Se reclamaba todo y se presionaba como nunca al árbitro. Se llegaron a pedir dos penaltis con gran intensidad: en el minuto 18 y en el 58. Todo dio un giro en el 50, lo que era ilusión se volvió en desesperación: Luis Suárez definía a la perfección la asistencia de Ousmane Dembelé (0-1). Con el tercer gol se terminaba con cualquier esperanza, los aficionados ya abandonaban a su equipo y se iban del estadio.
Una foto de Luis Suárez celebrando su tercer gol ante el Real Madrid / EFE
Mientras en los minutos finales, los pocos blaugranas desplazados gritaban los populares “Olé, olé…” había aficionados merengues indignados que ya empezaban a salir. Muchos de ellos pedían la dimisión de su entrenador con un “Solari vete ya” y un “Florentino dimisión”.
Desesperación con Vinicius y silbidos a Bale
Vinicius fue, un día más, el jugador más activo del Real Madrid. Llevó el peso ofensivo del equipo y pudo decidir el pase de su equipo. Llegó a fallar cuatro ocasiones clave que hubieran dejado tocados a los blaugranas. Finalmente fue la experiencia del uruguayo la que se impuso.
Los jugadores del Real Madrid cabizabajos con el tercer gol del Barça / EFE
En el 68 el Bernabéu dictó sentencia. Entraba Gareth Bale por Lucas Vázquez. Los aficionados silbaban el cambio de Santiago Solari. Por lo que se ve, todo lo que ha ido surgiendo desde el despreció del galés al gallego -como sus aficiones o su triste integración- ha calentado el ambiente blanco.
El Barça vuelve a estar en una final copera y el Madrid a perder contra los catalanes en casa. Si este partido era importante el del próximo sábado lo puede ser aún más. Si no suman los tres puntos se descolgarán definitivamente de la lucha por la Liga. Otra final anticipada que puede dejar a los merengues fuera de competición.