Gareth Bale está haciendo méritos suficientes para salir este verano de Madrid. El extremo volvió a protagonizar un triste episodio en el Ciutat de Valencia al celebrar su gol de penalti. Tras anotar desde los once metros se negó a festejar el 1-2 con Lucas Vázquez.
El extremo gallego salió en el once titular contra el Levante y parece que la competencia no le sienta bien al ex del Tottenham. Ya contra la Real Sociedad hace un mes, se fue de la grada del Santiago Bernabéu antes de tiempo y en el Wanda Metropolitano celebró su gol con un corte de mangas dirigido a la grada.
Problemas de adaptación
Bale lleva seis años en España y aun no habla español. Sus reacciones en caliente no ayudan a que se adapte. La última falta de respeto a Lucas le ha sentado fatal al capitán del equipo, Sergio Ramos. Los dos internacionales españoles guardan una magnífica relación como se puede ver en la celebración de sus goles.
Ramos y Lucas Vázquez celebrando un gol con el Real Madrid / EFE
La falta de interés de Bale por formar parte del grupo no solo molesta a Ramos y a Lucas sino que también al resto de los españoles. La comunicación no es fluida y ya ha desatado alguna polémica dentro del vestuario.
Hace unas semanas el segundo capitán, Marcelo, desveló que “solo habla inglés, te comunicas con él con gestos”. El portero belga Thibaut Courtois también sacó a la luz el apodo de Bale dentro del equipo. Le apodan “el golfista” por su gran pasión por ese deporte ya que tiene incluso un pequeño campo en casa.
Pocos apoyos dentro el vestuario
En las últimas horas también se publicó que Bale falla a menudo a las cenas y a las reuniones del equipo ya que siempre se acuesta temprano. Su obsesión por no lesionarse le obliga a apurar los estiramientos y casi nunca participa de las bromas del equipo previas a los ejercicios físicos. Su gran apoyo en el vestuario blanco es Jaime Benito, recuperador físico con el que habla inglés. Su participación en tantos procesos de recuperación le ha llevado a ser fichado por Gales, la selección del 11.
Mientras que fue titular con Benítez, Ancelotti y Zidane se ha encontrado con un duro Santiago Solari. "Lo que tiene que hacer Gareth es comerse el escenario cada vez que juega", dijo el técnico sobre la suplencia de Gareth Bale.
Florentino Pérez le ha salido la apuesta del galés más mal de lo que esperaba. El hombre de las finales ha dejado por el momento un triste papel en el Bernabéu excepto en algunas apariciones gloriosas. Los blancos pagaron 101 millones de euros y pueden ver como este verano el que tenía que ser el nuevo Cristiano Ronaldo abandona Madrid con más pena que gloria.