La victoria del Real Madrid en el Ciutat de Valencia (1-2) dejó imágenes curiosas. Primero fue el penalti inventado por el colegiado que el VAR no rectificó. El disparo desde los once metros lo ejecutó Gareth Bale, que hacía pocos minutos que había entrado al campo sustituyendo a Karim Benzema, para marcar el segundo gol.
Si hace unas semanas el galés destacaba por su polémica celebración en el Wanda Metropolitano, este domingo lo hacía por falta de compañerismo. Una vez marcado el gol, Lucas Vázquez se dispuso a celebrar el tanto con su compañero pero el ex del Tottenham se lo quitó de encima con un serio gesto y volvió a campo propio sin alegría alguna.
Lucas Vázquez por delante
Santiago Solari poco a poco ya ha decidido cuál es el once de gala de los merengues. Con Isco y Marcelo sentenciados, parece que el siguiente en caer es Gareth Bale. La dupla Benzema y Vinicius es la más peligrosa del Real Madrid. La duda estaba en quien acompañaría a la pareja de moda en el tridente madrileño.
Ya en el clásico copero en el Camp Nou, el escogido fue Lucas Vázquez, que además vio portería en los primeros instantes del partido. El entrenador argentino apuesta por el sacrificio y el desgaste que da el ex del Espanyol mientras que el galés se ha quedado como la eterna promesa a estrella mundial.
El extremo británico lo tenía todo a favor para ser el nuevo Cristiano Ronaldo pero ha visto como todos sus compañeros le pasan por delante. Su falta de adaptación en el vestuario es total y hay compañeros que ya no soporta como el mismo Lucas, como quedó evidente en la celebración del gol.
Alejado del vestuario
Según informó después del partido la Cadena SER, Gareth Bale la tiene tomada con Marcelo y Thibaut Coutois. El segundo capitán comentó hace unos días que “solo habla inglés, te comunicas con él con gestos”. Por otra parte, el portero belga se mofa de él por su gran pasión por el golf y le apodan “el golfista”.
Una foto de Gareth Bale celebrando su gol con una peineta contra el Atlético de Madrid / EFE
Hace unas semanas ya abandonó el Bernabéu –contra la Real Sociedad (1-2)– antes de tiempo y celebró su gol contra el Atlético de Madrid con un corte de mangas. Este domingo le tocó a Lucas que le ha ganado limpiamente la batalla para un sitio en el equipo titular. El gallego tiene más poder del que parece dentro del vestuario y es muy amigo del capitán Sergio Ramos. Una reacción que le puede pasar factura en un futuro no muy lejano y alejarle de Madrid el próximo curso.