El Real Madrid llega en uno de los momentos más importante de la temporada como no se habían imaginado hace unos meses. Tras la destitución de Julen Lopetegui, Florentino Pérez apostaba por Santiago Solari, entrenador del filial blanco. Los resultados han sido buenos.
La apuesta le ha salido muy bien al presidente blanco. Están en semifinales en Copa del Rey con la eliminatoria contra el Barça ligeramente de cara (1-1 en el Camp Nou) y con pie y medio en cuartos de Champions League. En Liga estaban empezando a remontar posiciones pero la derrota en Girona (1-2) ha rebajado la euforia. Están a nueve puntos del líder.
Solari debe luchar por todo
El presidente merengue no quiere volver a ver como los culés levantan el título sin ninguna oposición como pasó el curso pasado. En la primera temporada de Ernesto Valverde se ganó la Primera División a 17 puntos del Real Madrid. Una distancia que, aunque fue tapada con la Champions, duele a Florentino.
Una foto de los jugadores del Real Madrid celebrando un gol / EFE
Por ese motivo se le pide a Santiago Solari que mantenga al equipo vivo en todas las competiciones. La situación copera se resolverá en breves, Barça o Real Madrid caerán en semifinales. En liga hay nueve puntos de diferencia y el próximo 2 de marzo Messi y compañía juegan en el Santiago Bernabéu. Una diferencia de 12 sería tirar definitivamente la liga.
Controlar el vestuario
Este momento de la temporada es crucial para determinar los éxitos del final. Florentino Pérez quiere que no se descontrolen los fuegos del vestuario y que hasta final de curso se mantenga una relativa calma. En verano ya se realizarán los cambios pertinentes.
Isco Alarcón es el caso más flagrante. Desde que Solari entró en el vestuario blanco le puso la cruz. Según el argentino, el centrocampista no se esfuerza lo suficiente y ya no goza de oportunidades. No juega de titular desde la vuelta de octavos de Copa del Rey contra el Leganés –16 de enero– y desde el 24 de enero solo ha jugado tres minutos.
Isco en un entrenamiento con el Real Madrid / EFE
Aunque la situación es insostenible, el malagueño solo tira indirectas en redes sociales. Nunca se ha pronunciado con dureza en los medios de comunicación. Parece que el 22 solo piensa en salir este verano y puede entrar en la operación de Eden Hazard e irse al Chelsea.
Mantener enchufados a Marcelo y Bale
La calidad del brasileño Marcelo es indiscutible pero no está en su mejor momento físico ni futbolístico. Siempre ha sido blando en defensa pero su aportación ofensiva lo justificaba todo. Ahora que no está tan fino delante se le ven los descuidos en zona defensiva. En la última jornada contra el Girona salió retratado en el gol de Portu (1-2).
A todo esto, los rumores de su salida tampoco lo ayudan. Desde Madrid se da por hecho que saldrá a la Juventus de Turín de Cristiano Ronaldo en verano. El canterano Reguilón le ha ganado la partida en los partidos importantes esta temporada y el capitán blanco ya estudia seriamente dejar el Real Madrid.
Una foto de Marcelo durante el partido ante el Girona / EFE
El caso de Bale es diferente a los otros dos. El equipo necesita al mejor Gareth Bale. Al equipo blanco solo lo aguantan Karim Benzema y Vinicius Júnior. Florentino puso gran esperanzas en que el galés sustituyera al portugués tras su salida a Italia. Uno de los muchos objetivos de Solari es recuperar al extremo –experto en finales– para poder tener opción a ganarlo todo.