Eden Hazard quiere vestir de blanco el próximo verano, pero pese a sus constantes declaraciones y guiños a la entidad madridista, lo que antes era una apuesta seguro para Florentino Pérez se disipa con el paso de las semanas ante otras preferencias. El presidente blanco sabe que el próximo verano será movido.
Tanto en la puerta de salidas como de entradas, y aunque el belga es uno de los candidatos para aterrizar en la capital, la marcha de Cristiano Ronaldo exige al empresario blanco apostar por una gran estrella consolidada. Deportiva y mediáticamente. La edad de la plantilla, donde muchas vacas sagradas superan la treintenta, así como la juventud de Vinicius, obliga a Florentino a pensar más allá.
Golpe de autoridad
Como empresario la prioridad de Florentino es dar un golpe sobre la mesa en un mercado sobrevalorado. Dar una muestra de músculo financiero y de credibilidad deportiva que seduzca a una de las sensaciones de Europa: Kylian Mbappé.
Con Neymar Jr. casi olvidado, y ahora lesionado, la apuesta de los grandes se focaliza en el ya campeón del mundo y en esa puja, que no será sencilla con Nasser Al-Khelaïfi en las negociaciones, se presentará Florentino.
A la espera de movimientos
El empresario baraja varias opciones. El belga, el brasileño y el francés son los predilectos, pero con los precios desorbitados, para ambas incorporaciones, la elección sería la del extremo galo. Regate, descaro, velocidad punta y gol. Unas cualidades que gustan en el Santiago Bernabéu y que además emularían la figura de Cristiano Ronaldo en la banda derecha de ataque.
Esa es la prioridad. Un fichaje que no bajará de los 200 millones de euros y que imposibilitaría la incorporación de Hazard que oscila entre los 100 millones. Asimismo, la juventud juega un papel importante en los fichajes. El francés tiene apenas 19 años y tiene una década de fútbol por delante mientras que Hazard y Neymar cumplirán 30 años en dos y tres años respectivamente. Florentino mira al presente y también al futuro.