La Liga ha denunciado ante el Comité de Competición de la Federación a Gareth Bale por su celebración en el gol de Wanda Metropolitando. El extremo marcó el 1-3 contra el Atlético de Madrid y decidió festejar su gol con un corte de mangas dirigido a la grada.
“En el minuto 73 de partido, y tras anotar el jugador del Real Madrid CF, Gareth Bale, dorsal 11, el tercer gol de su equipo, en la celebración de este, siendo audible en la grabación audiovisual del partido algunos abucheos de parte de los aficionados locales, agita el brazo derecho llevándoselo a la proximidad de su cabeza, en previsible signo de provocación animosa al público, efectuando posteriormente un ademán de posible significado obsceno y despectivo levantando el brazo doblado y golpeándose en la mitad de él con la otra mano”, explicó la Liga en su denuncia.
La competición justifica su demanda ya que “cualquier celebración ofensiva de gol que pudiera generar crispación en el público o que se considerara como contraria al buen orden deportivo, aun cuando no fuera reflejada en el acta arbitral, se trasladaría a este Comité, para la depuración de las responsabilidades disciplinarias oportunas”.
Entre uno y tres partidos de sanción
Al galés del Real Madrid le pueden caer de uno a tres partidos –lo más probable– o de cuatro a doce en función de la gravedad de los hechos. El punto diferencial de aplicarle una sanción u otro es la intención de Bale de provocar a los aficionados colchoneros.
“Las posibles sanciones para esas provocaciones varían en función de si concurre esa conducta configuradora del tipo infractor: que la provocación obtenga el propósito perseguido de provocar la animosidad del público”, explicó la Liga. También añadió que “si se produce, se sancionará al infractor con suspensión de cuatro a doce partidos; si no se obtiene la animosidad del público, la suspensión será de uno a tres partidos o por tiempo de hasta un mes. Esto siempre que el Comité considere que la celebración denunciada supone una provocación al público”.
El derbi liguero le puede salir caro al Real Madrid. El partido tuvo poca historia sobre el verde pero las provocaciones de Sergio Ramos –a Antoine Griezmann– y de Gareth Bale a los aficionados pueden suponer un varapalo para el club merengue y el extremo galés.