Este miércoles 13 de febrero es un día especial para el madridismo. Dos meses después su equipo volverá a disputar un encuentro de la Champions League, competición que ha ganado en cuatro de los últimos cinco años. Su primer rival para hacer más grande aún la hazaña será el Ajax del futuro futbolista del FC Barcelona Frenkie de Jong.
El equipo de Amsterdam a priori es inferior, por nombres y también por experiencia, aunque puede plantar mucha batalla a los blancos. Eso sí, no tendrá nada que hacer si, como en la pasada edición, el azar vuelve a estar del lado del Real Madrid. Fue su mejor aliado en todas y cada una de las rondas eliminatorias.
El camino de los madrileños hacia el decimotercer título empezó hace casi un año, el 14 de febrero de 2018, día en que el Santiago Bernabéu acogió el encuentro de ida de octavos de final. Los blancos vencieron al Paris Saint-Germain (3-1) con un gol de penalti en el añadido de la primera parte y dos tantos en los diez últimos minutos del encuentro. Aunque eso no fue nada comparado con todo lo que estaba por llegar.
El PSG, sin opciones de remontada
El primer golpe de suerte para el Real Madrid se dio el 25 de febrero. La gran estrella del equipo parisino, Neymar Jr, sufrió una fractura en el quinto metatarso de su pie derecho y no pudo llegar al encuentro de vuelta. Si la remontada ya era complicada sin el brasileño se antojaba imposible.
Una imagen de archivo de Neymar con el PSG / EFE
Por si había alguna duda, tres días después cayó el otro referente del equipo, Kylian Mbappé. El francés sufrió una torcedura en el tobillo y fue duda hasta última hora para enfrentarse a los españoles en el duelo de vuelta. Acabó jugando, aunque visiblemente tocado y no pudo hacer nada para evitar el 1-2 que acabó señalando el marcador del Parque de los Príncipes en el segundo partido de octavos.
La Juventus nadó para ahogarse en la orilla
La siguiente víctima de los madridistas fue el equipo turinés. En este caso la ida fue en el feudo italiano, donde el Real Madrid realizó su mejor partido de la competición. Se adelantaron muy pronto en el marcador (3') y en el minuto 64, cuando mejor estaban los bianconeri, Cristiano Ronaldo sentenció el encuentro con una chilena que todos recordamos. Instantes después Paulo Dybala se autoexpulsó, lo que sumado al tercer gol de Marcelo parecía dejar la eliminatoria vista para sentencia.
Una imagen de la chilena que Cristiano Ronaldo realizó ante la Juventus / EFE
Pero la Juventus, como buen equipo italiano, peleó hasta el final pese a no poder contar con su estrella. Llegaron a ponerse con una ventaja de 0-3 en el Santiago Bernabéu, igualando así el marcador de la ida. Cuando todo parecía indicar que el partido se marcharía a la prórroga, Michael Oliver señaló un dudoso penalti de Benatia sobre Lucas Vázquez que logró enfadar incluso a Gianluigi Buffon. CR7 lo transformó y el Real Madrid logró su octava clasificación consecutiva para semifinales.
Ulreich y Karius, los aliados finales
En la antesala a la final se encontraron con una de sus bestias negras, el Bayern de Múnich, que luchó de tú a tú con el equipo blanco. Solo el acierto de cara a portería de los madridistas privó a los bávaros de estar en Kiev. También colaboró el guardameta Sven Ulreich, que en el encuentro de vuelta en el Santiago Bernabéu, con todo por decidir (3-2 para el Real Madrid en el global) regaló un gol a Karim Benzema que sentenció la eliminatoria.
El error de Ulreich en el Santiago Bernabéu que le dio la clasificación al Real Madrid / YOUTUBE
El rival en la final fue el Liverpool, que no entraba en ninguna quiniela a principios de temporada. El principal culpable de su presencia en Kiev fue Mohamed Salah, que solo pudo disputar la primera media hora del encuentro. Cuando mejor estaban los ingleses el egipcio se tuvo que retirar del terreno de juego después de sufrir una lesión en el hombro producto de una artimaña de Sergio Ramos.
Con la salida de la estrella del equipo británico los blancos se hicieron con el dominio del encuentro. Aunque no pudieron adelantarse hasta en el marcador hasta que se encontraron con Loris Karius, uno de los héroes de la Decimotercera. Primero, como ya había hecho su compatriota Ulreich, le regaló un tanto a Karim Benzema, que significó el 0-1. El alemán no tuvo suficiente y colaboró en la sentencia del encuentro: en el minuto 83 no pudo atrapar un inocente disparo de Gareth Bale y acabó introduciéndose el balón en su propia red.
Los errores que cometió Loris Karius en la final ante el Real Madrid / EFE
Las lesiones de Neymar Jr, Mbappé y Mohamed Salah, la autoexpulsión de Paulo Dybala, el penalti sobre Lucas Vázquez y las inestimables ayudas de Sven Ulreich y Loris Karius fueron claves para que el Real Madrid pudiera levantar su tercera Champions consecutiva. No cabe duda que el año pasado los blancos contaron con la suerte del campeón.