El próximo 13 de febrero a las 21 horas el Johan Cruyff Arena recibirá al mejor Real Madrid de la temporada. El equipo blanco llega completamente en racha: ha ganado los últimos cinco partidos de Liga y se ha vuelto a meter en la lucha por el campeonato: ya solo le separan seis puntos del FC Barcelona. Los madridistas están también en semifinales de Copa del Rey y ahora llega su competición favorita, la Champions League.
Han ganado cuatro de las últimas cinco ediciones y visto su estado de forma no hay que descartarlos para la lucha por el título. Ramos vuelve a ser un muro atrás, Modric ha retomado el control del juego, Benzema se ha reencontrado con su versión goleadora y Vinicius se ha erigido como el principal referente ofensivo del equipo a falta de pulir su toma de decisiones.
Vinicius y Benzema durante un encuentro del Real Madrid / EFE
Delante se encontrarán al Ajax de Ámsterdam, el equipo del futuro futbolista del FC Barcelona Frenkie de Jong. Los holandeses llegan al encuentro en una situación muy distinta a los españoles: perdieron el último encuentro de liga ante el Heracles Almelo y hace tan solo dos jornadas sufrieron una dura derrota en el estadio del Feyenoord (6-2). Su situación en la Eredivisie es la misma que la del Real Madrid, pues se encuentran seis puntos por detrás del líder, el PSV.
Cinco descartes
Han sido 23 los futbolistas del Real Madrid que han viajado a la capital de los Países Bajos. Solo se han quedado fuera los lesionados Isco Alarcón y Marcos Llorente. Como ya hizo para el duelo copero del Camp Nou, Solari ha convocado a tres porteros, de manera que es previsible que, como sucedió en el feudo azulgrana, el canterano Altube vuelva a disfrutar del encuentro desde la grada.
El partido ante el Ajax será una opción de redimirse para algunos de los futbolistas más señalados en las últimas semanas. Es el caso de Gareth Bale, que tras su tanto en el Wanda Metropolitano podría volver al once, aunque eso significaría sentar a uno de los futbolistas predilectos del técnico argentino, Lucas Vázquez.
Gareth Bale celebra su gol en el Wanda Metropolitano / EFE
Será también la enésima oportunidad para Marco Asensio, que cada vez se encuentra más cerca de la situación que atraviesa Isco Alarcón. Ni siquiera saltó al césped durante el último derbi y en el encuentro del Camp Nou del pasado 6 de febrero solo jugó seis minutos. En su caso, si no sucede nada raro, es previsible que empiece el duelo desde el banquillo.
Como lo hará también Keylor Navas, que con Solari solo disputa los encuentros de Copa del Rey. Otro de los cadáveres del técnico argentino, Brahim Díaz, no tiene asegurada ni su presencia en la convocatoria: solo ha disputado 24 minutos repartidos entre tres partidos diferentes. Aparte del hispano-marroquí hay otros jugadores que tampoco pueden certificar que mañana se sentarán en el banquillo del Johan Cruyff Arena como Vallejo, Odriozola, Varane (que es duda por un proceso gripal), Fede Valverde, Reguilón -que ya se quedó fuera en el Camp Nou- o Mariano. Marcelo podría ser otro candidato pero parece complicado tras oír la rueda de prensa de Solari.
"Es un grande"
"Es nuestro segundo capitán, un emblema del club, siempre pone al Madrid por delante y se está entrenando muy bien. Trabaja cada día con alegría y lo queremos todos". Estas fueron las sorprendentes palabras del técnico argentino sobre el brasileño, al que Reguilón ha sentado en el banquillo en los últimos cinco encuentros de Liga.
Una foto de Marcelo durante un encuentro con el Real Madrid / INSTAGRAM
Marcelo está en una situación muy diferente a la de Isco, pues siguió contando con oportunidades en Copa del Rey. Por eso no sería ninguna sorpresa si fuera titular ante el Ajax, aunque Solari no ha querido ni confirmarlo ni desmentirlo: "No sé si va a jugar Marcelo o Reguilón, aún queda un entrenamiento, mañana decidiremos".
La convocatoria definitiva –y la alineación– de mañana dejará a la vista quienes son los verdaderos hombres de confianza del técnico argentino. La Champions League se vuelve a presentar como el trofeo que puede salvar la temporada al equipo blanco y los octavos de final no podían llegar en un mejor momento para el Real Madrid.