Las últimas semanas han vuelto a demostrar que en el fútbol no se puede dar nada por sentado ni descartar a ningún equipo, y mucho menos si se trata del Real Madrid. A principios de enero los blancos parecían un equipo desahuciado y el FC Barcelona se postulaba como el máximo candidato a revalidar el título de Liga y como uno de los principales aspirantes a levantar la Champions League.
Estos primeros partidos de febrero han mostrado que la tendencia ha cambiado. Ni los madridistas están tan mal ni los azulgranas tan bien. La diferencia entre ambos en la competición liguera ha disminuido de los diez a los seis puntos y el clásico copero terminó en empate (1-1), unas circunstancias impensables hace apenas unas semanas.
Los jugadores del FC Barcelona celebran el tanto de Malcom ante el Real Madrid / EFE
Precisamente ese duelo en Copa del Rey ha lastrado al FC Barcelona en las últimas dos jornadas de Liga y ha sido uno de los causantes indirectos de los malos resultados del equipo catalán ante Valencia y Athletic Club. Mientras el Real Madrid va para arriba, los azulgrana sufren el tradicional bajón de finales de enero y principios de febrero.
Empates antes y después del Madrid
El primer revés llegó ante el Valencia en el Camp Nou. Era el encuentro que daba el pistoletazo de salida al infernal mes de febrero. Y no pudo empezar peor. El Barça no logró pasar del empate ante los chés y la distancia con el equipo blanco bajó hasta los ocho puntos, aunque la derrota del Atlético de Madrid en el Benito Villamarín hizo que el golpe fuera menos duro.
Fue un encuentro marcado, consciente o inconscientemente, por el clásico copero que debía disputarse cuatro días después. Valverde reservó a más futbolistas de lo que es habitual (Jordi Alba, Lenglet y Arthur), algo que probablemente no hubiera hecho si el rival en Copa hubiera sido otro.
Messi se lamenta tras uno de los tantos que logró el Valencia en el Camp Nou / EFE
En el duelo copero salió con todo, y en el partido de San Mamés apenas pudo rotar y notó las ausencias de Arthur por lesión y de Jordi Alba por sanción. Los otros nueve futbolistas fueron los mismos que en el clásico, una situación que aprovechó el Athletic Club, más descansado tras no disputar ningún partido entre semana, para rascar un valioso empate, que se podría haber convertido en una victoria si no fuera por Ter Stegen.
Ahora, una semana de descanso
Sin Champions League ni Copa del Rey por medio, los jugadores del FC Barcelona disfrutarán de una semana sin partidos intersemanales por primera vez en meses. Un reposo que llega en el momento justo, cuando más fatigados parecen los futbolistas del conjunto catalán.
El próximo reto será ante el Valladolid el sábado 16 de febrero, un duelo que será el primero de los cinco partidos infernales que se vislumbran en el calendario. Tras recibir a los vallisoletanos en el Camp Nou el Barça encadenará cuatro encuentros consecutivos fuera de casa: viajará a Lyon para enfrentarse al Olympique en la ida de los octavos de final de la Champions League y a continuación intentará asaltar el Sánchez Pizjuán en un partido correspondiente a la 25ª jornada de Liga.
Este particular Tourmalet tendrá su rampa final en el Santiago Bernabéu. Y el club azulgrana deberá subirla dos veces. Primero, para lograr el pase a la final de la Copa del Rey, y tres días después para intentar certificar un título liguero que se ha complicado tras las dos últimas jornadas. Los blancos se han llevado los primeros asaltos, pero aún quedan muchos días para que termine el combate.